En la fiesta española es cosa lógica que llamen torero al que torea, picador al que pica y banderillero al que banderillea. Sus nombres, pues, no necesitan explicación.
En cambio, si requiere aclaración el poco taurino nombre de mono y, además de sabio a los mozos de caballos o de cuadra puestos a las ordenes de los picadores para asistirlos, ayudarles a montar y levantarlos, cuando caen a la plaza. La primera vez que recogen el dato curiosísimo de la procedencia del término monos sabios apareció en la prestigiosa revista La Lidia, semanario que tuvo gran aceptación, por la naturaleza de sus firmas y por sus magnificas ilustraciones en color, el artículo lleva la rúbrica de don José Sánchez de Neira.