Una tras otra van transcurriendo las temporadas taurinas, y los aficionados madrileños vemos con desaliento el continuado deterioro que va sufriendo nuestra Fiesta y nuestra plaza, por causa de la falta de sintonía existente entre Comunidad, Empresa y Afición. Algo tan elemental como es la coordinación entre los elementos involucrados en cualquier actividad o negocio para conseguir acercar intereses y obtener resultados que se aproximen a lo que desean las partes, no existe en el mundo taurino de la capital de España, y por ello nuestra plaza de Las Ventas, otrora considerada como la primera plaza del mundo taurino, vaga sin rumbo; nadie se interesa por ella con la fuerza, solvencia y dignidad suficientes. (…)
Por José María Moreno Bermejo