Para ti los toros no han sido una vocación, sino el eje de todos tus sueños. Por eso, todo el crédito será tuyo; te lo juro. La máxima obra que tiene frente a sí el ser humano es la de forjarse su propio destino y estás dando un paso definitivo en lo que será una larga y brillante carrera. Te marchas a la escuela de toreros con los ojos fascinados de quien se dispone a la aventura y nos quedamos con el corazón en un puño admirando el valor sereno del que es capaz de dejarlo todo para poder ser él. No sabemos qué pasará, no obstante, en ese misterio estriba la magia. Lo que consigas será completamente tuyo y será mucho ya lo verás. (…)
Artículo de José Antonio Luna