Menuda tarde hemos vivido en la maestranza. Se anunciaba como la corrida del siglo, que si quien ganara en la corrida, que si va a correr como una liebre, que verás que natural, que… En fin, que todo esto ha dado pie a una reventa por las nubes. Si hace una semana me pedían en la reventa 100 por un tendido de sol y 300 por una de sombra, las tornas han cambiado, y el sol ha subido a 300 y la sombra a los 1.500. Ya me lo olí yo el día antes y a más de uno se le han atragantado los 1.500 que algún loco haya podido pagar para estar presente en la maestranza esta tarde del jueves. De todas foras, y a pesar de la mala presentación de la corrida de Victorino, donde sobre todo ha brillado la falta de raza de unos, de casta de otros, de nobleza y de todo lo demás. Encima no estaban ni rematados la mayoría. Petardo ganadero de Victorino Martin en Sevilla que va a tardar en olvidarse. Todo esto no significa que la tarde haya sido un sopor, en el fondo ha sido una tarde para aficionados, donde ha habido muchos detalles que vamos a subrayar. (Crónica de Conchita Rodríguez Ortiz)