De Purísima y Oro. Una muestra de decencia
Ésta no la dejo pasar. Muchas veces he dicho que es mejor que se acabe, que los antitaurinos se salgan con la suya y que no se de una corrida más. La razón ha sido el desencanto, la frustración y el enojo de saberme birlado. Las causas son las de siempre: la trampa, el engaño…