De Purísima y Oro: un tema engorroso
Ahí la lleva el tío, a su aire. No le han podido enseñar los atajos ni le han vuelto un mercenario del capote y la muleta. No es uno de nuestros clásicos, quiero decir, un compatriota cortaorejas en placitas de pueblo y que cuando tiene que comparecer ante la crema y nata, no sabe ni cómo tomar el estaquillador.(…)