Anecdotario taurino

¡Como para cazar leones! En sus comienzos de novillero, Bernardo Muñoz, «Carnicerito de Málaga», soli­citó un anticipo a cierto empresario de toros que con frecuencia lo contrataba. – Es para tapar unas bocas -argumentó el torero-. – ¡Pero Bernardo! ¿Tienes pequeñas trampas? -le preguntó el empresario. – ¿Pequeñas, dice…?…… ¡trampas como para cazar leones! -le…