Con trapío para Bilbao, por José Antonio Luna Alarcón
Hay que ver, eso es manifestarse y no cuentos. Nada de violencias ni gritos de a-se-sinos, a-se-sinos. Todo tranquilo, relajado y a nivel primer mundo. Si ganas tengo de que las maestras de Oaxaca aprendan a manifestarse de la misma forma y no reventando bombas molotov, a lo que se suma la quema de coches y la pinta de leyendas en cuanta pared encuentran a su paso.