Revista La Puntilla nº 145
Informa Pedro Mileo
El toro se enrosca en el cuerpo del torero, lo que le confiere una gran belleza y cansa mucho al toro, que tiene que arquearse para seguir el semicírculo que traza el torero con la muleta. La mano derecha, con la espada, suele situarse en la cadera. Hoy, en la ejecución, se aprecia sobre todo cuanto mayor sea la lentitud y la largura con la que se ejecute el pase»(…)