De purísima y oro: una pantomina

Resulta que al empresario del serial de Las Vegas le ha salido el tiro por la culata. ¿Qué esperaba?. No era razonable pretender convertir a la ciudad del pecado en una rumbosa y apasionante feria de abril, ni siquiera acicalando de traje corto y sombrero cordobés a esas rubias que quitan el hipo, obras supremas de la costilla bíblica y que lo acompañan en cada rueda de prensa. Crónica de José Antonio Luna