Antonio Ribeiro Telles: En el toreo no se puede estar solamente preparado para coger las rosas, hay que saber también coger las espinas!

Es tan grande su amor por la tierra y por los toros, que en el día de su sexto cumpleaños, un empleado le convenció de que si se escondía no cumpliría años y no tendría que ir a la escuela. Enternecida con este gesto, su madre le perdona su asistencia a las clases en ese año, dándole ella misma lecciones en privado.