Indulto en Saint Martin de Crau

Al arrancar el paseíllo los organizadores sólo podían lamentar el cemento aparente en las gradas de la plaza Louis Thiers, a pesar de haber luchado por montar con gusto y carácter unos carteles dignos de bien otra consideración.
Los criadores galos cumplieron con su papel a la hora de competir en concurso. Los pupilos de Gallon sacaron su acostumbrada nobleza que empaño la flojedad de remos del primero, y la lesión en una pezuña del segundo. Los ejemplares de Christophe Yonnet, con presencia, se mostraron ásperos aunque no encontrarán respuesta adecuada a su lidia. En cuantos a los dos novillos de Alain Tardieu, invitados de última hora, se llevaron el gato al agua con la guinda del indulto de “Jabanero”, núm. 37, después de dar gran juego. Enfrente, dos jóvenes coletudos, ambos distinguidos en el último Zapato de Plata de Arnedo, a priori garantía de calidad. Antes de ceder el turno a la crónica de Marie Barceló, me gustaría apuntar que aunque no se pueda calibrar con excesivo rigor el bagaje técnico de estos noveles en el inicio de sus andaduras respectivas, las cuales deseamos de largo recorrido si cabe, sí que hoy podemos lamentar que hoy Pablo Lechuga et Esaù Fernández no hayan hecho alarde en el quinto y sexto del festejo de lo único que deben dejar patente, ganas. Y saltó a la arena un gran ejemplar, cuando la tarde transcurría sin nada relevante, y Esaù Fernández se rencontró con el gusto por torear, y aunque anduviera por debajo de las posibilidades que ofrecía el novillo, pudo cuajar un epílogo de novillada que los ausentes se perdieron hoy en Saint Martin de Crau.
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Crónica de Marie Barceló

Analisis y Fotogalería de Laurent Deloye, El Tico