Victoriano del Río Cortés y sus hijos Pablo y Ricardo tienen ahora en El Palomar, finca ubicada en el serrano pueblo madrileño de Guadalix de la Sierra, una de las ganaderías de procedencia Domecq de mayor garantía del panorama ganadero actual. Un toro variado de pintas, en los cercados abundan los castaños, colorados, burracos, incluso algún que otro jabonero o sardo. Todos de armoniosas hechuras, ejemplares bajos, de manos cortas , lomo recto y de encornaduras proporcionadas con una buena dosis de tocaditos de pitones. Los sementales Aldeano de Juan Pedro Domecq, Corchero y Adinerado de Jandilla otro semental de Luis Algarra y setenta vacas de Jandilla sentaron las bases de este exitoso hierro al que están deseosos de apuntarse todos los coletudos allá donde se lidien los pupilos de la divisa negra y amarilla.
Fue en 1985 cuando su actual propietario se hizo con la vacada que procedía en su origen de Juan Guardiola Fantoni con reses oriundas de Gamero Cívico. Antes de llegar en poder de Victoriano del Río, uno de los lotes a nombre de Manuel Guardiola Soto fue vendido a José Luis Vázquez Garcés quién le agregó vacas y sementales de Santa Coloma. Ya por 1973 pasó a manos de los hermanos Vázquez Silva quienes la vendieron en 1982 a Doña Leandra Díaz Martínez que anunciaba El Retamar. Hasta 1985, como apuntábamos, cuando su actual titular elimina lo anterior y lo sustituye por el ya mencionado origen Domecq. Fue en 2002 cuando se agregaron vacas de El Torreón y por sorteo la octava parte de la ganadería gaditana de Toros de El Torero, todo de idéntica procedencia Juan Pedro Domecq.
Ejemplares de vacas como Descarado, indultado por Enrique Ponce en Nimes en 2001 y Desgarbado indultado por Miguel Ángel Perera en Dax en 2008 han venido a corroborar con creces el excelente momento que atraviesa la vacada madrileña que asienta año tras año en la plaza un prestigio y una categoría de primer orden.