Diego Ventura ha vivido una tarde entre el triunfo -que logró en su primer toro al cortarle una oreja- y la sinrazón provocada por un presidente que no fue capaz de ser flexible y permitir que su segundo toro lo lidiara de forma conjunta con Álvaro Montes, cuyo lote murió en el ruedo sin poder lucirse. Extrañas circunstancias que impidieron a Ventura seguir con su racha de puertas grandes, pero que demostró que es un rejoneador generoso y buen compañero.

El primero lo ha parado con Maletilla dejando dos rejones de castigo muy de frente con mucha pureza y clase dejándose llegar al toro de punta a punta, para clavar al estribo dándole el pecho siempre.

En el tercio de banderillas ha sacado a Nazarí, que ha galopado de costado con el toro debajo de la barriga del caballo para dejar dos banderillas muy buenas ejecutadas con pureza y con mucha trasmisión marcando muy bien los tiempos, sacando la banderilla de arriba abajo para clavar en el mismísimo estribo.

El segundo caballo en salir ha sido Remate con el que se ha adornado en los cites con piaffe y levantando el caballo de manos. Ha puesto fin a su faena con tres cortas y los adornos del teléfono y agarrándose a los pitones. Mató de un pinchazo y un rejonazo y cortó una oreja.

En el segundo toro ha ocurrido algo inédito y la lidia y muerte careció de sentido por las circunstancias. Los dos toros de Alvaro Montes murieron en el ruedo y la autoridad no permitió otro sobrero. El público se encrespó y empezó a tirar de todo al ruedo. Diego Ventura, para calmar a las masas y en un alarde de generosidad, decidió invitar a su compañero a lidiar el toro en colleras, a lo que la autoridad se negó enervando de nuevo al respetable.

El público pidió que Diego no lo toreara, pero de nuevo la autoridad obligó a Diego a torear su toro. El ruedo se pobló de objetos de toda clase, la lidia transcurrió entre abucheos y bronca al presidente. Muerto el toro el público sacó a saludar a Diego y este a su vez a Montes.

Al final Ventura pagó la incompetencia y el modo autoritario de proceder  de un presidente insensible con el respetable. El último de la tarde ya fue lidiado con normalidad.

Ficha:

Plaza de toros de Alcázar de San Juan (Ciudad Real).  

Se lidiaron toros de Benítez Cubero, manejables.

Álvaro Montes, silencio y ovación.  

Diego Ventura, oreja y ovación.

Leonardo Hernández, ovación y dos orejas.

La plaza registró media entrada.

FOTOS: CARLOS NÚÑEZ