Nace en Madrid el 29 de Diciembre de 1925, fue el quinto de siete hermanos, y su padre, un afamado dentista de alta posición, Don Juan Landete Pérez, fue quien le inculcó la afición por los caballos. Se crió en Colmenarejo, en un pequeño chalet que construyó su padre para ir a pasar las vacaciones, con cinco cuadras y un pequeño picadero, para que aprendieran a montar todos los hermanos.

Desde bien pequeñito fue un apasionado de los caballos, y su tío Alejando, conocido por todos como “El alambre”, fue introduciéndole en distintas exhibiciones y festivales taurinos, llegando a recoger la llave de la plaza en Talavera de la Reina con tan sólo ocho años, el 22 de Septiembre de 1934, subido en “Doña Paquita”, el pony que montaba por aquel entonces.

Durante su infancia fue mejorando su estilo de monta, siempre quiso formar parte de la milicia de caballería e ingresar en la academia, y se esforzó al máximo para ser un buen jinete; pero  recomendado por su padre, decidió meterse en la carrera de Veterinaria. En 1949, su segundo año de carrera, ingresó en las Milicias Universitarias, donde permaneció varios años como Alférez Instructor y ayudante del Comandante Carbonell.

Influenciado por su tío el Alambre, comenzó con el arte del rejoneo en el año 1953,  realizando su debut en Madrid el 13 de Marzo de 1955, donde colocó el primer par del violín, que como el mismo explica: «el haber jugado al polo me hizo pensar que, igual que se le pegaba a la bola por el lado izquierdo, al toro también se le podía dar por la izquierda».

Durante los siguientes años, rejonea por muchas de las plazas de España, consiguiendo cada vez más un mayor perfeccionamiento de la técnica a caballo, revelándose como un magnífico jinete con gran dominio del toreo; lo que le situará en poco tiempo en los primeros puestos. En 1958 viaja a Quito, en Ecuador, para participar en distintas ferias de este país, y es aquí, donde conoce a su primera esposa, Lucía Moncayo, con la que tuvo una hija, María del Mar, en 1974. Durante los siguientes años estuvo toreando por toda Sudamérica, regresando a España en determinadas ocasiones para rejonear. 

En 1960 funda el club hípico de Cayambe, dedicado principalmente al salto. Comienza a realizar concursos hípicos, compaginándolos con el rejoneo, y en el año 1968 se convierte, en Caracas, en el primer subcampeón de salto en representación de Ecuador, en el Campeonato Sudamericano de salto, siendo superado por su gran amigo argentino Don Jorge Amaya; consiguiendo al año siguiente, en Buenos Aires, ser campeón por equipos en salto de este mismo evento deportivo, y de nuevo, subcampeón individual.

En 1972 Nino, que así es como le conocen sus amigos, decide regresar a España, donde arrienda una finquita en Barajas para dedicarse a dar clases de salto, en el tiempo libre que le queda tras rejonear en las temporadas taurinas. Es aquí donde conoce a María del Carmen Mata, con quien contrae matrimonio en Abril de 1974.

Hasta 1977, se dedica exclusivamente al rejoneo y a impartir clases, pero este mismo año decide volver a concursar en salto hípico, ganando una gran cantidad de trofeos, tanto él como muchos de sus alumnos. Durante esta época, empleaba los mismos caballos tanto para torear como para saltar, algo que es muy difícil de conseguir dentro de la equitación. Finalmente, en 1978, decide dejar de torear para dedicarse por completo al salto y sus alumnos. En 1984, tras gran empeño y con la ayuda de muchos de sus amigos, inaugura el Club Hípico de Barajas, que durante mucho tiempo consiguió gran parte de los trofeos de salto que se repartían en los concursos de esta parte de Madrid.

En 1987 nace su hijo Eduardo Manuel, a quien también inculcó la afición por la hípica, aunque nunca se dedicó profesionalmente a ella. Tras muchos años de disfrutar del caballo decide dejar de concursar en 1989, aunque no dejaría de dar clases hasta 1999, cuando se muda a Alicante con su mujer y su hijo, para dedicarse al descanso y a sus memorias.