No lo veía el mayoral
y con su voz montaraz
el mayoral lo llamaba,
cuando el “cuadri” apareció
bordeando la alambrada.
En la densa oscuridad
la arrogancia se ocultaba
del inmenso toro negro
con sus afiladas astas.
Solo con sus dos cuchillos
que sacará en el anillo
de la Plaza de Las Ventas
o en la Real Maestranza.
Va solo con su bravura,
solo por la noche oscura
que boca de lobo llaman
los pastores, los zagales,
y los viejos mayorales
de aquellas tierras huelvanas.
La luna blanca y redonda,
por el cielo no cabalga
ni brilla su resplandor
donde el horizonte acaba
por los montes solitarios
que Comeuñas se llaman.
Toro de bello trapío
con enorme poderío
y bravura como un río
que corre por tus venas dilatadas,
vete con tu soledad
por la inmensa oscuridad
rumiando tu casta brava,
que ya sonarán clarines
y tendrás que demostrarla
cuando redoblen timbales
la próxima temporada.
Muy pronto llegará el día
que tu te des importancia,
cuando salgas del chiquero
presumiendo en el albero
de tu casta y de tu estampa,
esa que la noche oscura
escondía tu arboladura
rematada en dos navajas,
que lucirás en Las Ventas,
o en la Real Maestranza.