La tercera de abono fue una buena tarde, pero llena de polémicas. Hubo tres toreros con una característica en común, el compromiso con Manizales, y  toros importantes de la ganadería de  Juan Bernardo Caicedo.

El director de lidia fue el español, José Ignacio Uceda Leal, un hombre que con solo pisar el ruedo se ve la elegancia y arte que lleva dentro.  Quizás le correspondió dentro del buen encierro, el lote con menos transmisión… pero que importa si la trasmisión la tenía el torero.

Faena de artista, especialmente en el cuarto de la tarde, bajo un torrencial aguacero. Pases con profundidad, tandas con ligazón y distancias de maestro. Que mal que muchas personas no han sabido apreciar el toreo que ha hecho Uceda en Colombia y que mal que el palco le hubiera negado la segunda oreja.

Cristóbal Pardo, llevaba el tricolor colombiano, era una responsabilidad muy grande; pero Pardo supo responderle a la afición de la capital caldense. Tuvo mucha disposición y demostró que va bien por el camino de adquirir más madurez. En su segundo ejemplar, logró conectar de excelente forma con los tendidos; es verdad que hizo una faena alegre y que los tendidos pidieron a gritos las dos orejas, pero los dos apéndices fueron de discusión… para algunos eran merecidas y para otros con una bastaba.

La pregunta que me hago es por qué se otorgan dos orejas a una faena buena pero se le niega la segunda oreja a una faena de alto nivel, como la de Uceda. ¿Cómo puede que el criterio de trofeos varíe tanto de un momento a otro?

El madrileño Matías Tejela, estuvo muy mentalizado; con mucha seriedad en el ruedo, quizás Colombia no está tan acostumbrada a un Matías más mental que alegre y por eso se generaron tantas incógnitas con su torear. En su primero estuvo bien y con chispas de bien torear, la afición le aplaudió.

Pero… bueno ahora viene la gran polémica, salió al ruedo el ejemplar N°68, de nombre Trotón y con 460Kilos de peso. Sonaron los clarines y salieron los varilargueros al ruedo, el toro le correspondía al picador monteriano, Anderson Murillo, quien cayó bajo el caballo tras el tumbo que provocó el ejemplar con la ayuda de las pésimas condiciones del ruedo por el clima lluvioso de Manizales. Algunos dicen que el toro tumbó a Anderson porque empujó y otros que el toro se enredó en el peto e hizo perder la estabilidad del caballo.

Luego del tumbo Anderson se volvió a emplear y le propinó una fuerte puya al toro; duró bastante en el caballo pero la cara del toro no estaba abajo, sino más bien recostada sobre el peto… aquí pasó algo que no fue correcto, tres monosabios mientras el varilarguero castigaba el toro, tomaron al ejemplar del rabo para quitarlo de la cabalgadura, cuando esa es labor de los subalternos y el caballo no estaba en peligro así que no había lugar para eso. Llegó la hora de la lidia con la muleta y como la gente ya estaba emocionada por la duración de la puya y con la toreabilidad del toro, comenzaron a pedir indulto.

Es verdad que Matías hubiera podido hacer cosas mejores, pero no estuvo mal, mejor dicho estuvo inteligente y capaz, más que artista que era lo que buscaba mucha gente ver. No podemos decir que el toro fue malo porque sería una gran mentira, el toro fue bravo pero ahí entra la duda ¿Era para indulto? ; No será que si Matías no se cruzaba después de cada pase, el toro hubiera buscado irse, pocas veces el toro buscó humillar… más bien fue a media altura. En este mundo hay tantas versiones que solo podemos decir una cosa… en unos años cuando veamos a los hijos de Trotón podremos decir si era para vacas o no.

 

Reseña:

Seis toros de Juan Bernardo Caicedo bien presentados y con buen juego en general.

Uceda Leal                        Palmas tras aviso y Oreja.

Cristóbal Pardo                 Vuelta al ruedo y dos orejas

Matías Tejela                   Palmas y oreja simbólica tras indulto

 

 

Desde Colombia, Informa Carolina Baquero (Directora para América)