Rafaelillo sorteó un lote que se movió con nobleza y sosería. El murciano puso todo de su parte, como es ya habitual en él, y un estoconazo en el primero y una entera en el cuarto no pudieron darle más oportunidades de levantar su tarde.
Diego Urdiales dejó los mejores apuntes de la tarde. La espada cayó baja en su primero y por ello solo cortó una oreja a un adversario peligroso al que el diestro de Arnedo había sabido meter en el canasto. Al noble y soso quinto le realizó un trasteo de buen gusto y clase torera.
Alberto Aguilar tiene las virtudes de sus defectos. Sus ganas de agradar en todo momento aceleran por momento su toreo. El madrileño derrochó entusiasmo y firmó una buena actuación ante su primero, de vuelta al ruedo, y que tomaba la muleta con gran codicia al principio de la faena. El diestro supo encontrar la distancia y acoplarse a la embestida de Mesonero, a pesar de varias coladas por el derecho que llegaron a rasgar la taleguilla. El sexto no ofrecía ninguna posibilidad de triunfo y el diestro lo despachó con brevedad en medio de un ambiente revuelto.
Arles – 10 de septiembre 2010
Un tercio de plaza con rachas de aire que no llegaron a molestar
Toros de La Quinta, muy en tipo de su procedencia Santa Coloma, muy bien presentados pero faltos de raza en su mayoría. Superior el tercero, Mesonero, núm. 56, que recibió honores de vuelta al ruedo. La corrida sumó 13 encuentros con los montados.
Rafaelillo: Saludos desde el tercio y ovación
Diego Urdiales: Saludos y oreja
Alberto Aguilar: Dos orejas y saludos desde el centro