Morante de la Puebla ha mostrado esta tarde en Granada el buen momento que atraviesa, dejando destellos de su tauromaquia añeja y derramando su arte por el albero. El recibo a su primero con lentas y cadenciosas verónicas, junto con una media de cartel de toros, con el sello personal del de la Puebla, hicieron presagiar lo que vendría después. Con la muleta comenzó toreando a dos manos, con la figura erguida, primero con ayudados por alto, y después con muletazos por abajo. Ya con la franela, realizó una faena en la que destacaron las tandas con la derecha y otra con la izquierda muy meritoria, en las que dibujó muletazos de trazo largo y con profundidad. Perdió los trofeos por el mal uso de la espada. En el cuarto toro, Morante volvió a dar todo un recital de buen toreo. Otra vez más, con el capote, embrujó a la plaza tanto con el recibo como con el posterior quite por verónicas. Cogió los palos para banderillear con mucha verdad, y arriesgando, destacó un par por los adentros y uno al quiebro en las mismas tablas. Con la muleta se fueron sucediendo pasajes de gran plasticidad, de estética, muletazos con largura, temple. Y si en el toreo fundamental Morante de la Puebla, dio una gran lección, no podía ser de otra forma en los remates de las series, torerísimos y variados, mostrando un repertorio de la tauromaquia clásica. Mato de una gran estocada, al segundo intento, y esto unido a la espectacular muerte del toro, hicieron que Morante cortase las dos orejas de este toro.

 

Alejandro Talavante también ha tenido una gran tarde hoy en Granada, y ha vuelto a reencontrarse con el toreo bueno. Variado con el capote durante toda la tarde, destacando el recibo a su primero con unas templadísimas verónicas a pies juntos y el ajustado quite a su primero sacándose al toro por la espalda. Con la muleta comenzó toreando a este toro por estatuarios, a lo que siguió una gran tanda por la derecha, rematada con un natural de los que hacen historia. Toreo con los pies quietos, y bellas trincherillas remataron su labor frente al primero de lote, junto con una serie de bernardinas. Mató de una buena estocada. En su segundo toro, llegó la mejor versión de Talavante con la muleta, toreo templado, grandes series tanto con la mano diestra como con la zurda. Con la diestra dio series largas, hilvanando muletazos buenos, con profundidad y firmeza. Con la izquierda muletazos por abajo y ligados, máxima expresión del toreo al natural. Culminó con una serie de manoletinas y una estocada tras un pinchazo y el público, que ya abandonaba, la plaza sólo pidió una oreja que el Ussía concedió.

 

Miguel Ángel Perera no tuvo suerte en su lote, y pechó con los dos ejemplares más desclasados, y sólo pudo mostrarse firme ante sus dos ejemplares. En su primero dejó un buen recibo a la verónica cadencioso en el centro del ruedo, y después un quite por tafalleras y una gran media. Con mucho mérito, fue haciendo la faena poco a poco, sacando algunos muletazos de calidad, y logrando una gran conexión con los tendidos con circulares invertidos. Tras una serie de manoletinas, fue prendido de forma muy escandalosa por el pecho, afortunadamente sin consecuencias. Al quinto toro le realizó una labor de mucha exposición y mucho mérito. Consiguió hilvanar algunas tandas, pero de escasa transmisión, en las que hubo muletazos estimables por ambas manos. Los circulares invertidos, al igual que en la labor anterior, fuero el preludio a una gran estocada.

 

 

 

Granada. Quinto festejo de abono. Más de tres cuartos de plaza. Se han lidiado seis toros de la ganadería de Gavira, bien presentados, y de juego desigual. Ovacionados tercero y cuarto en el arrastre.

 

Morante de la Puebla (teja y oro): ovación con saludos tras aviso y dos orejas.

Miguel Ángel Perera (carmesí y oro): oreja y oreja.

Alejando Talavante (purísima y oro): dos orejas y oreja.

 

 

 

 

Fotografías cedidas por Juan Manuel Fernández                                   

Crónica de Marisa Fernández