Segundo hijo varón de Fernando Gómez García y de Gabriela Ortega Feria. Nacido en Sevilla, el día 25 de diciembre de 1884, en un ambiente totalmente taurino. Apodado “Gallito», de niño, aprende de su padre las primeras lecciones de toreo, en la placita de la Huerta del Lavadero en Gelves. Fernando, pudo adueñarse, como sus hermanos Rafael y José, de su mañana torero, pero el latido de su corazón le ahogó sobre un cielo demasiado color de rosa. Sus inicios toreros fueron brillantes, lo tuvo bastante fácil, empezando por el acceso a tentaderos gracias a las excelentes relaciones de su padre con los ganaderos andaluces. Desde el comienzo se adivinaba en él notorias actitudes para ser torero, que al igual que su hermano mayor Rafael, llenaban de orgullo a su padre.


Con las oportunidades que le dan, Fernando logra a sus catorce años, matar su primer becerro en la placita de toros del pueblo sevillano de Camas. Repite suerte toreando una becerra en la plaza de toros de Madrid, ruedo que ya núnca más pisaría como matador. Se van sucediendo las oportunidades y forma cuadrilla de jóvenes sevillanos con Manuel Torres Reina “Bombita III» y Antonio Rivas “Moreno de San Bernardo». Torea varias novilladas y en ocasiones también lo hace de banderillero en la cuadrilla de su hermano Rafael. Matriculado en todo y sobresaliente en nada. El notable periodista “Dulzuras», al juzgar su labor torera de la temporada de 1904, dice: “Torea bien y mata mal».

Fernando “El Gallo» o “Gallito Chico», sin abandonar su condición de matador de novillos, al final de temporada de 1908, marcha a México, de banderillero, en la cuadrilla de su hermano Rafael. Y en el país azteca tuvo que ser, cuando no podía haber sido nunca… en la monumental de México tomó la alternativa el 14 de febrero de 1909. Rafael le cede los trastos a su hermano, que siente su alma desbordada por hecho tan inesperado, en presencia del Califa de León (Rodolfo Bernal Gaona) que fue testigo. Los toros pertenecieron a la divisa española de don Antonio Campos Varela.


“Gallito Chico”, respondió bien toreramente en el toro de la alternativa. Puso alma, sentimiento y duende a cada muletazo. En su segundo toro cumplió sobradamente.

Con enorme ilusión comienza “Gallito Chico», la temporada de 1915. Torea en varios cosos importantes, y aunque no llega a hacer el paseíllo en Madrid, es contratado para torear la corrida de la Prensa de Valencia. La citada Asociación organiza un festejo mixto a beneficio suyo, en la que el matador de toros Fernando Gómez “Gallito Chico», sería acompañado por los novilleros Agustín Dauder Borrás, Ángel González Manzón “Angelillo» y Manuel Pérez Gómez “Vito», que lidiarían ocho reses de la ganadería de Félix Gómez. Ya se encargaron los organizadores “Latiguillo», “Cencerrito” y “Aguaíyo», de que éste fuera un festejo que pasara a la historia pues si el cartel no era suficientemente atractivo -que lo era-, “Aguaíyo» pretendía que se estrenaran cuatro pasodobles destinados a cada uno de los espadas. Semejante propósito solo podía ser encargado al maestro Santiago Lope Gonzalo, (por entonces director y fundador de la Banda Municipal de Valencia), para que esa tarde fueran estrenados. Nada menos que seis Bandas de música: la de Beneficencia, la de Veteranos, Catarroja, Torrente, la del Regimiento de Mallorca y la Municipal, todas dirigidas por el maestro Santiago Lope, amenizaron dicho festejo. De los cuatro pasodobles, el que más éxito obtuvo y, desde entonces, no puede faltar en los grandes acontecimientos fue el titulado “Gallito», (obra cumbre del compositor riojano nacido en Ezcaray el 23 de mayo de 1871, y fallecido en Burjassot (Valencia) el 25 de septiembre de 1909). Este dato lo damos para los aficionados a la música torera.

«Gallito» preparado al toro para la muerte.

Pero, todo queda en un sueño. El torero languidece y sus preferencias se decantan por ser peón de brega, puesto que las grandes responsabilidades no van con su carácter apático e insensible, prefiere vivir una vida más tranquila y sosegada. Definitivamente abandona, en 1911, muleta y espada. Solo torea en la cuadrilla de su hermano Rafael y más tarde indistintamente con la de su otro hermano José. Pasado un tiempo, ve que su físico no le acompaña, el excesivo peso y su escaso espíritu, aceleran la decisión de dejar definitivamente las banderillas y a vestirse muy poco de torero.

Fernando, en un lance con el capote


La tarde del fatídico desenlace (cogida y muerte de “Joselito» en Talavera de la Reina), recuerda, que las últimas órdenes que recibió de su hermano fue que se retirase al callejón, porque el toro estaba peligroso.

A partir de ahí, todos sus sueños se desvanecieron. Poseía creatividad, intuición y gracia. Por su melancólico carácter configuró sus dos caras de la moneda, la genialidad y la inhibición. Independientemente de su manera de ser, Fernando había aprendido de su progenitor, el señor Fernando, a conocer todos los secretos de la técnica taurina.

«Gallito» en un quiebro de rodillas. (Colección  J. Palacios)
 

Todas la suertes realizadas en los ruedos por su hermano Rafael se debían a invenciones suyas. Él las creaba en el salón- comedor de su casa y luego las ensayaba con Rafael que las ponía en practica en las plazas. Manejaba el capote a una mano de manera genial, y si le hubieran acompañado el carácter y el valor, podía haber llegado a ser figura como sus hermanos. Éstos con toda su jerarquía taurina, cuando él hablaba, le escuchaban con respeto y aceptaban sus consejos.

Cogida de «El Gallo», el 5 de junio de 1890 en Sevilla. (Colección J. Palacios).

A finales del año 1921, estando Fernando Gómez Ortega “Gallito Chico», en un café de Sevilla, se siente enfermo, falleciendo poco después.

Ya duerme el torero

su sueño más profundo,

gitano como el primero

de los “Gallo” el segundo.

…Ya duerme… sin fin

mientras las cuadrillas toreras

esperan se abra el toril

a que salga al ruedo la fiera

dibujando verónicas de alelí.

Antonio Rodríguez Salido.-

Continuará…

Antonio Rodríguez Salido

Compositor y letrista

Escalera del Éxito 176

José Luis Cuevas

Montaje y Editor

Escalera del Éxito 254