Un caballero y señor en toda la extensión de la palabra, con una elegancia y clase sin par, triunfador de México y España y vestido como príncipe de tabaco y oro preparándose para partir plaza en la Monumental, ya desaparecida, así recordamos a Alfredo Leal.

Leal fue un clásico del toreo que tuvo el privilegio de alternar con varias generaciones de toreros tales como Carlos Arruza, el Calesero, Joselito Huerta, y Raúl Contreras “Finito” para después torear al lado de Manolo Martínez, Curro Rivera así como con los toreros de la madre patria como Paco Camino, Antonio Ordóñez y con Manuel Benítez “El Cordobés”, con quien escribió páginas doradas una tarde en un mano a mano, en Cd Juárez, donde Alfredo Leal bordó el toreo a un toro castaño, con el mariachi en el tendido tocando durante toda la faena.

Alfredo Leal nació en México un 18 de abril de 1930 y tomó la alternativa a manos del ciclón, Carlos Arruza, con José María Martorel de testigo con toros de Zacatepec.

Torero de armonía que pudo ser el mandón en la fiesta en México pero por cosas de la vida, esto no llevarse a cabo.

Falleció en México DF un dos de octubre, de 2003, a los 73 años de edad.

Un recuerdo y homenaje estas líneas al torero que nos obsequió faenas de belleza y arte que nunca se olvidarán.