De una raza, la gitana, que hace miles de años cambió la prisa por el arte, nace Rafael Valera, el 4 de diciembre de 1890, en Sevilla. Emprende varios oficios.
Inquieto, intuitivo, con vocación para la aventura, en sus años primaverales, a «Rafaelillo» no le sujeta nada. Vive en
Pronto da que hablar por sus buenas maneras toreras, que deja ver en su asistencia a ganaderías y tentaderos. En breve número de crepúsculos florece su tálamo torero y sus ilusiones se convierten en realidad. En Lisboa, viste por primera vez de luces, incorporado como banderillero a la cuadrilla de «Niños Sevillanos», capitaneada por «Facultades» y «Rubichi».Anda con desahogo en su labor, pero no se conforma, él quiere ser matador. En Córdoba, aún becerrista, recibe su bautismo de sangre, percance que no le amilana sus doradas ilusiones. Después de un largo tiempo actuando de espada, sin éxito, vuelan sus ilusiones, la realidad de aquel empeño, donde sólo hubo un sueño.
Sus yerros le obligan a salir del engaño, a mayor gloria. Se pasa a banderillero, destacando pronto entre los mejores. La ardiente hoguera de su venturoso renacer torero, le abraza su amor propio, como llama lisonjera y le lleva a la osadía de explotado, volviendo a torear de matador. Siete novilladas sin lucimiento. Alterna sus compromisos como banderillero, entre 1923 y 1928, con los de novillero, toreando por ruedos andaluces. En Sevilla, lidia reses de Villamarta con Carralafuente y «Chamusquino». Se llega hasta Madrid y el 21 de octubre de 1923, da fe de los astados de
Cuando desciende la espuma de su ofuscamiento y resuelto en polvo su ardiente deseo, retorna a su puesto de privilegio en las cuadrillas, y en esa ribera feliz del toreo, afianza su prestigio. En las temporadas de 1918-1919, va a Venezuela incorporado en los elencos de los espadas Agustín García Mella, «Limeño» y «Pacorro». Al regreso ingresa en la cuadrilla de Curro Martín Vázquez. Rafael une a su trato fino y afable, sencillez y alegría, una enorme capacidad torera. Conoce las querencias y resabios de los toros, es el mejor banderillero por el pitón derecho y, técnicamente, es muy eficaz con el capote. Domina al manso y puede con el toro bravo. Una alegre Andalucía, le canta por alegrías, que es de raza calé, y en la noche y el día, con gracia se han desposado.
Entre los años 1920 y 1922, pertenece a la cuadrilla de Pepe Belmonte, en
La furia de
«Más allá de la frontera andaluza
al otro lado del "Charco"
está contigo el rumbo y la elegancia de tu raza
hecha toda singular torería».
José
Decano de
Periodista – Escritor
Escalera del Éxito 103