Lo mejor de la tarde, vino en las manos de Juan Antonio Millán “Carnicerito de Úbeda”, sobre todo ante su primer ejemplar al que toreó con gusto y mano baja, en el recibo a la verónica. Con la muleta no mostró su inactividad y como si torease todos los días, realizó una labor muy asentada, llevando muy largo a su primer oponente, con la mano derecha dejando pasajes de mucha calidad. Con la mano izquierda también dejo tandas de mucho gusto, y con gran calado en los remates, en forma de estéticas trincherillas. Mató de gran estocada y recibió las dos orejas de este oponente. Basó su labor frente a su segundo ejemplar en la mano izquierda. Creo tandas de mano baja y templada, alargando el viaje del toro, y creando pasajes de “toreo bueno”. Al segundo intentó dejó una estocada y recibió otra oreja más.

 

José García “El Doctor” volvía a enfundarse el traje de luces después de mucho tiempo inactivo, para poner fin a su trayectoria en los ruedos. Dos actuaciones muy diferentes, pero con una nota común la dignidad de un diestro que puso todo de su parte para hacer frente a las dificultades. Intentó imprimir su sello personal a su labor, buscando siempre dejar muestras de calidad y conectando mucho con los tendidos. En segundo lugar sorteó un ejemplar algo más complicado, que buscaba los chiqueros, frente al cual “El Doctor”, realizó todo un ejercicio de voluntad, para intentar mantener al animal e intentando las buenas tandas, siempre basando su labor en el gusto y con mucha torería. No estuvo acertado con los aceros, pese a ello fue premiado con una oreja, que paseó después de que su hermano le cortará la coleta que le apartará de los ruedos.

 

Abría el cartel Manuel Díaz “El Cordobés”, en dos labores de mucha entrega y siempre intentando agradar al respetable. Su primer ejemplar fue uno de los más parados del encierro, pese a lo cual el diestro lo intentó todo para extraer algunos muletazos y rematar las series rodilla en tierra. En su segundo pudo realizar una labor de más calidad, en el toreo fundamental, pero llegando mucho al público en los remates de las series, haciendo las delicias de éste tirando de repertorio. Mató bien a sus dos ejemplares, y recibió una oreja tras la muerte de cada uno de ellos.

 

Francisco Rivera Ordóñez, recibió una oreja de cada uno de sus oponentes, y tuvo que soportar las protestas de algunos individuos que pretendieron sabotear sus dos labores. En el primero de ellos, pese a la poca transmisión del animal, Rivera Ordóñez logró ligar muletazos de buen trazo pero con escasa conexión con los tendidos. Mató de una gran estocada. Su segundo animal, también adoleció de la poca transmisión, y se paró pronto, y al igual que en su primer ejemplar, logró muletazos estimables. Dejó una estocada tendida y recibió otra oreja.

 

Úbeda (Jaén). Algo más de media plaza. Toros de la ganadería de Gavira, correctos de presentación y de buen juego en líneas generales.

 

Manuel Díaz “El Cordobés” (blanco y oro): oreja y oreja con fuerte petición de la segunda.

 

Rivera Ordóñez (corinto y oro): oreja y oreja.

 

Juan Antonio Millán “Carnicerito de Úbeda” (blanco y plata): dos orejas y oreja.

 

José García “El Doctor” (grana y oro): oreja y oreja.

 

 

 

Crónica de Marisa Fernández