Son cuatro los toreros tlaxcaltecas cuyos nombres fueron utilizados para denominar alguna plaza de toros. Aunque sólo tres de ellos tomaron la alternativa.

Gabino Aguilar (padre), Jorge Aguilar El Ranchero, Fernando de los Reyes El Callao y Rodolfo Rodríguez El Pana.

Puede agregarse el nombre de Wilulfo González, aunque casi no haya toreado en público, destacó como ganadero. En Apizaco existe una pequeña plaza de toros que funcionó algún tiempo, sobre todo para novilladas. La plaza fue remodelada hace un par de años y no tiene actividad en la actualidad.

En una población muy pegada a Huamantla existe un lugar que se llama Cuapiaxtla. Tiene una plaza de toros pequeña, inaugurada en agosto de 1939, aunque se dice que en 1946, se dio el primer festejo, me dijo Josué Merlo. Hace poco se remodeló.

La placita se llama Gabino Aguilar, en honor de quien fuera novillero. Gabino Aguilar Ortega nació el 25 de octubre de 1912, se presentó en el Toreo de La Condesa en 1933; según el cuarto tomo del Cosío fue el 22 de octubre. Aunque don José María no menciona ni la fecha ni el lugar de nacimiento, anota que antes del D.F., toreó en Apizaco en diciembre del año 32. Gabino padre no tomó la alternativa; sin embargo, fue un destacado novillero que alternó con Paco Gorráez, Julián Rodarte, Agustín García Barrera y Jesús González «El Indio», Manuel Molina y Ricardo Torres, Fermín Rivera. Falleció en accidente automovilístico en  enero de 1944; contaba con 32 años de edad.

Fue padre de Gabino Aguilar León quien es matador de toros en retiro y propietario de la ganadería de El Batán.

Jorge Aguilar González (1927-1981), apodado El Ranchero, por su reciedumbre y poderío, tiene el honor que la plaza de la capital de uno de los estados más taurinos del país lleve su nombre. La tacita de plata, La más bella del mundo, son algunas formas de referirse al coso ubicado en el corazón de la ciudad de Tlaxcala, el pequeño recinto tiene como complemente escenográfico una torre de piedra del siglo XVI, se trata del ex convento de San Francisco. El coso fue construido a principio del siglo pasado, remodelada en noviembre de 1945.

El Ranchero Aguilar nació y murió ganaderías de bravo: Piedras Negras y Coaxamalucan, respectivamente.

Es curiosa la forma en que se bautiza la plaza.

En una tertulia de la Peña de Puebla, el 12 de diciembre de 1980, El Ranchero es el invitado. Uno de los socios, Carlos Joseph, le avisa al torero que “ya se pusieron de acuerdo para ponerle tu nombre a la plaza de Tlaxcala”, no aclaró quiénes.

Don Jaime Silva Gutiérrez, quien era el editor del Sol de Tlaxcala, publica los carteles de la feria de Todosantos 1981, anota que se efectuarán en el coso Jorge Aguilar El Ranchero. Tulio Hernández era el gobernador del estado (1981-1987), mandó poner una lámina de aluminio con el nuevo nombre: Jorge Aguilar El Ranchero. Desde noviembre de 1981 tiene el nombre actual.

La plaza de Huamantla se llama Fernando de los Reyes El Callao, aunque el nombre no ha calado completamente en los aficionados; inclusive, no toda la gente del toro de la ciudad de los muéganos, termina por aceptarla. Muchos años se llamó La Taurina.

Según Los Bibliófilos, en su libro de Las plazas de toros en México, el recinto huamantleco fue inaugurado en 1870, demolido y reconstruido en 1918, en 1967 fue ampliado el aforo para 7,000 aficionados. Hace un par de años el municipio decretó que se llamara, Fernando de los Reyes El Callao.

Indudablemente que Fernando Pichardo Reyes (1929-1983) fue un torero importante; Pepe Malasombra lo define como: moreno, triste, lánguido, con un mar de melancolía cubriéndole el alma.

Apizaco, además de la Wilulfo, tiene su plaza que desde la Navidad de 2010 se llama Monumental Rodolfo Rodríguez El Pana. Costeada por don Baltazar Maldonado y construida por el arquitecto Mario del Olmo, fue inaugurada en diciembre de 1986, nadie supondría que 24 años después llevaría el nombre de uno de los toreros más emblemáticos del estado de Tlaxcala. En la época de la inauguración El Pana era un diestro que casi no toreaba, la época que los empresarios lo ninguneaban. Si alguien hubiera mencionado que alguna vez ese coso llevaría el nombre de El Pana, hubiera sido con mala leche.

La vida acomoda las fichas. De un mes para acá se habla de Apizaco como nunca en su historia, El Pana es la razón.

En el estado más pequeño de México se vive el toro con pasión, es la taurina Tlaxcala con sus plazas y sus toreros.