De la tarde sólo se pueden resaltar las ganas del anteriormente llamado en los carteles Tomasito, que ahora se anuncia Tomás Jouber. Recuerdo una tarde que lo ví en la plaza de toros de Espartinas y que así como hoy demostró tener madera para esto. Tiene un torero muy particular, basado en la verticalidad y la quietud y ha demostrado firmeza toda la tarde. A su primero le hizo una faena inteligente, demostrando que conoce bien los terrenos, las distancias y los tiempos. Toreó bien por ambas manos, y sobre todo en el toreo al natural, aunque estuvo muy variado e un toreo abandonado y muy personal. No acertó con los aceros y recibió una ovación desde el tercio como premio a su esfuerzo y sus ganas. En el sexto comenzó la faena por estatuarios y la faena fue mucho menos que la anterior, pero el francés demostró sus ganas en un toreo de cercanías que cerró con una tanda de bernardinas. Mató de buena estocada y dio una vuelta al ruedo por su cuenta aprovechando la ovación que recibió en el tercio.

 

El resto, una tarde para olvidar; sólo resaltar las ganas de los madrileños Juan Carlos Rey y Pablo Lechuga, aunque es posible que pudieran haber dejado mejor carta en esta plaza de haber tenido más bagaje y mejor material para el triunfo. Juan Carlos Rey demostró firmeza y voluntariedad pero el esfuerzo fue en vano, y fue silenciado en sus dos faenas, y su primer novillo devuelto a los corrales por inválido. Pablo Lechuga se estrelló igualmente con su lote, aunque demostró ganas, llegando e incluso a bajar las manos en algunos pasajes de sus faenas.

 

 

 

 

 

 

 

Crónica de Conchita Rodríguez Ortiz