Don César Barbabosa invitó a su ganadería al torero de Jalisco, Guillermo Martínez, quien el domingo pasado en la Monumental Plaza de Toros México, no pudo expresar toda la dimensión de torero artista que lleva dentro, puesto que el respetable juzgó que su primer ejemplar no contaba con la presencia necesaria para ser lidiado en tan importante coso, y lamentablemente, tuvo un segundo ejemplar que resultó manso y extremadamente peligroso, lo que le ha impedido, por el momento, mostrar y demostrar su valía torera. El ganadero don César Barbabosa, pidió la palabra para comentar lo siguiente:
«Sí, ha sido una pena lo que pasó el domingo… y ha sido una verdadera pena, porque Guillermo es un torero de arte, con mucha clase y calidad, que atesora, lo que en este instante lo estamos viendo en esta tienta. Hace gala de buena técnica, un valor natural, tiene empaque y puede llegar a ser un torero sumamente importante para revitalizar nuestra Fiesta. Es por ello que decidí invitarlo, no podemos dejar de apoyar a estos jóvenes que pueden ser el renuevo generacional con todas sus cualidades, con su entusiasmo, con su evidente vitalidad, y darle un importante, así como muy interesante giro a nuestra Fiesta».
E hizo hincapié don César Barbabosa: «Seguro estoy que ahora mismo, hay otros jóvenes toreros, quienes junto con Memo, pueden brindar una nueva época de gran brillantez a la Fiesta en México».
Guillermo, quiso manifestar lo siguiente, tras escuchar los comentarios del ganadero Barbabosa:
«Quiero reiterar que estoy muy agradecido con la vida porque me ha permitido ser lo que más he deseado, ser torero, tener el extraordinario apoyo de gente como el ganadero César, del público que también se ha volcado apoyándome, y esto me obliga a dar todavía mucho más de mí, porque tengo un reto muy claro en mi vida, llegar a ser Figura del Toreo».
Fue una tienta muy interesante, se examinaron cinco vaquillas, siendo Guillermo el único tentador, y todas han sido aprobadas por su nota superior, cumpliendo con encastada bravura al caballo, y demostrando en su embestir, también, clase, calidad, emotividad, fijeza y recorrido. Ha sido una invaluable experiencia el haber estado en la ganadería de don César Barbabosa porque ha renovado los ánimos del matador Guillermo Martínez.