Informa desde Venezuela. Giovanni Cegarra. Periodista Taurino
Tras la oficialización de los carteles del Carnaval Taurino de América 2018 por parte de la Empresa Taurina Ramguertauros C.A, se desbocaron críticas por los resentidos del mundo taurino venezolano, que ni lavan ni prestan la batea, en fin, no hay peor crítico que el que no sabe criticar, ni tiene moral para ello.
No hay que tener tener cuatro dedos de frente, ni pagar los platos rotos de los demás, para comprender y entender, que los carteles del Carnaval Taurino en el marco de la XLIX Feria del Sol de Mérida, Municipio Libertador del Estado Mérida, Región Los Andes de Venezuela, están equilibrados, sopesados, ajustados, a la realidad socio económica política que se vive en este país, no hay peor ciego que el que no quiere ver.
No se interprete de hala chaqueta de la Empresa, no necesito hacerlo, ni lo acostumbro, ni lo practico, como sí lo hacen algunos, más falsos que la falsedad misma, pero los carteles taurinos carnestolendos soleros andinos merideños para febrero del 2018, así no quieran reconocerlo, bien conformados están, tomando en consideración todo el rollo para lograr la divisa extranjera, no desmerecen bajo ningún concepto, la categoría de la Cincuentenaria Plaza de Toros Monumental Román Eduardo Sandia.
A la espera de la formal oficialización de los carteles de la LIVª Feria de San Sebastián en San Cristóbal, Estado Táchira, por parte de la C.A. Plaza de Toros de San Cristóbal, sin temor a equivocarme, andarán por la misma tónica de los del Carnaval Taurino Merideño, toda vez que estamos en tiempos difíciles, en lo que la lógica insta a ajustarse a la realidad económica venezolana, que de hecho y causa, repito, no descalifica la categoría de una Plaza de Toros, como la de San Cristóbal y Mérida o cualquiera de las existentes en el resto del país.
El devenir económico venezolano es otro hoy día, mucho ya es, el esfuerzo e inversión a riesgo, que ponen los empresarios taurinos para conformar carteles ajustados a la crisis que se vive en el país, para mantener latente, a toda costa, la llama de la Fiesta Brava, para que vengan resentidos sin moral para criticar, con sus faroladas de pacotilla y lo peor del caso, es que son los primeros en asistir a las corridas de toros y sí no les gustan los carteles, pues no vayan a las mismas ¿o no?.
Un decir vecinal de mi tierra tachirense reza la mala cocinera muere por su comida y pues nada, entiendan de una vez por todas, estos resentidos taurinos, sin moral para criticar, que desde hace tiempo, están fuera de sitio y oficio, duela a quien le duela, caígale a quien le caiga, punto en boca y olé.