¿Qué balance haces de tu temporada?

Una temporada buena, dentro de lo que cabe, conforme han estado las cosas con el tema de la crisis y demás, hemos toreado más festejos que la anterior, y es positivo, ya que ha habido triunfos importantes. Para mí, ha sido una temporada buena.

 

En tu temporada destacan bastantes tardes en las plazas de lo que se conoce como “el valle del terror” ¿Cómo afrontas el hecho de torear en esas plazas?

Yo creo que cuando uno torea y está puesto, hay veces que uno incluso está a gusto. Porque sale el toro grande y cuando ves que lo dominas, pues se está muy a gusto, tanto en esas plazas como en otras.

 

En esta temporada has afrontado también algunos retos de importancia. El primero de ellos fue torear en Valencia, donde dejaste una grata impresión y de no haber sido por la espada estaríamos hablando de un triunfo de mayor repercusión ¿Cómo fue aquella tarde?

La semana anterior matando un toro en el campo, me pegó una voltereta y tenía fracturado el dedo pulgar, y me pasé la semana previa con rehabilitación, y no estaba al cien por cien. También era la primera plaza que pisaba de primera categoría, una presión diferente. Era también de las primeras novilladas que toreaba esta temporada, creo que Valencia fue la tercera. Dentro de lo que cabe, yo creo que estuve medio bien. El tema de la espada fue por el dedo, que no podía apenas coger la espada. Estuve un poco en tensión en la plaza, por el hecho de ser una plaza de primera categoría, un certamen, de las primeras novilladas de la temporada. 

 

 

¿Cómo fueron las faenas de aquella tarde?

La del primer novillo, pude disfrutarla. Fue un novillo que se dejó y pude disfrutar, me notaba yo algo tenso y nervioso, pero pese a ello pude disfrutar, fue un novillo muy bueno que se dejó torear. El segundo fue un novillo muy malo, que reponía pronto, con la cabeza muy alta, un toro más complicado.

Después llegó Madrid, primero en las clasificatorias del Certamen 8 Naciones y después en la final. ¿Cómo se afronta ese primer paseíllo en la plaza de toros de Las Ventas?

Muy tranquilo, me mentalicé desde el primer momento que me anunciaron. También una semana antes, había toreado en plazas muy duras como es Añover del Tajo, donde toree dos tardes en la misma feria, que me sirvió muchísimo. Iba con una tranquilidad y seguridad después de haber echado un mes de agosto muy bueno, iba muy preparado y seguro. Pero sobre todo, fue mentalización.

 

¿Qué le ofreciste al público de Madrid que le gustó?

Sobre todo la tranquilidad, la disposición y el aplomo. Cuando veía los toros de Madrid y oía los comentarios sobre lo que gusta allí, yo sabía que podía encajar en esa plaza. Fue la seguridad con la que iba, la disposición, y gracias a Dios, también tuve la suerte de poder cuajar al segundo novillo de Hato Blanco. Si no hubiese cambiado el toro, seguramente no hubiese pasado algo.

 

 

 

 

  

Pese a estas plazas de las que hablamos, ¿no te queda la espina clavada de Granada y Jaén?

Si, a Jaén íbamos a ir seguro, pero a última hora la empresa decidió no hacer la novillada. Y el tema de Granada, quizás ha sido un castigo, por el tema del año anterior, que no pude estar bien. Yo creo que este año iremos a Granada, al festival o a la novillada. Claro que se queda una espina, es tu tierra, y todo el mundo quiere torear en Granada, pero bueno, yo creo que ha sido un castigo, para que uno se de cuenta de que cualquier fallo te puede quitar del medio. Yo estoy convencido de que este año podremos ir a Granada y estoy preparándome muy fuerte este invierno, para por lo menos no defraudar a mis paisanos. Este año en Granada, sólo he toreado un festival que fue en Jérez del Marquesado, y otra vez, la seguridad que llevaba, la buena temporada se pudo demostrar allí.

 

 

Has toreado en las plazas duras, con novilladas que la mayoría no quieren, por la ganadería, por el tipo de toro, o por las exigencias de determinados pueblos, pero has ido, has triunfado y te han repetido.

Eso es lo bueno de esas plazas, hay en otras plazas en las que triunfas y no vuelves. Este año también he estado en Peralta, que me quedé en segundo lugar en la feria, estuve en Añover del Tajo, en Olmedo, donde también me he quedado triunfador, al igual que el año anterior, y te repiten. Tu vas con tu dinero, que eso es muy importante, tal y como está esto, y así da gusto, sean más duras o menos, pero cuando va uno medio como tiene que ir, pues no importa nada.

 

A la hora de enfrentarse a esas plazas, la mentalización es importante, pero tú también tienes que darle algo al público y las empresas, para que vuelvan a confiar en ti. ¿Qué les ofreces?

La disposición y las ganas. Estando dispuesto el toro embiste, y si no, pues por lo menos te ven. Y sobre todo, las ganas de triunfar y de querer ser el mejor, que es a lo que yo voy. Si una cosa tengo segura es lo que quiero y hasta donde quiero llegar. A algunos les cuesta más trabajo y a otros menos, y en mi caso me cuesta muchísimo trabajo porque es duro, el estar trabajando, también entrenando. Alguna gente sabe, y otra gente no sabe el sacrificio que llevo, la dureza que a mi me está costando esto.

 

 

Hablas de que sabes lo que quieres, pero ¿Qué es lo que quieres?

Bueno, supongo que quiero lo mismo que todo el que empieza y que todo el que quiere ser torero. Me gustaría llegar a lo más alto, quisiera ser figura del toreo y estar en todas las ferias importantes.

 

¿Cuáles son los planes para la próxima temporada?

Los planes son ir a Madrid a comienzos de temporada, y todo dependerá de cómo salgan las cosas. Si hubiese un triunfo gordo, repetiría en San Isidro y si en San Isidro salen las cosas como yo espero, pues quizás nos plantearíamos el tomar la alternativa. Sino en Granada, en alguna feria buena que nos ofrezcan. Saliendo las cosas medio bien, me gustaría tomar una alternativa, que me ofrezcan con un cartel bueno, me gustaría en Granada, en mi tierra, pero si no te ofrecen un cartel medio en condiciones, tenemos otros sitios que también nos han ofrecido.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Entrevista realizada por Marisa Fernández.