Mas enfadado se ha ido de la plaza Diego Ventura, que hoy había venido a cortar el rabo que le hacía falta para abrir la del príncipe. Pero hoy no ha podido ser. La verdad que ha tenido como oponente al toro con más casta de la corrida aunque quizás un poco falto de fuerzas. Giró al caballo sobre sí mismo en varias ocasiones por dentro y por fuera. Tuvo que provocar mucho al toro y aguantar el tipo arriesgando muchísimo. Colocó banderillas y flores, pero su rejón cayó bajo y solo recibió una oreja con la que no dio la vuelta al ruedo dando muestras de estar muy enojado.
Otra oreja cortaron Rui Fernandes y Andy Cartagena, cada uno en su estilo. Rui lo recibo junto a chiqueros. Estuvo claro de mente y supo solucionar la papeleta. El animal fue sosote y el caballero portugués le expuso mucho provocándolo arriesgadamente. Mató de efectivo rejón.
El alcantino Andy Cartagena demostró una vez más su espectacularidad en la cara del toro, siendo este mas parado aun que el anterior. Sacó caballos de estampa impresionante, a los que lució mucho en la lidia. Espectaculares también sus piruetas y algún par de cortas al violín. Mató bien y cortó otro apéndice.
Antonio Domecq ha estado fiel a su estilo y muy correcto. Es una pena que este rejoneador, siendo tan joven, tenga que abrir casi siempre cartel, cuando la gente aun está muy fría. Estilo clásico y puro del jerezano dejándose llegar al toro, al que no pudo colocar muchos adornos por su escasa fuerza. Eso le perjudicó a la hora de matar, ya que no le ayudó, cayendo el rejón bajo y perdiendo de esta forma otra oreja.
Solo queda ya por contar la faena del también portugués Joao Moura. El toro fue el más incierto del encierro, arreando cuando le clavaban los palos. Estuvo aseado Moura, fiel a su estilo, y clavando un rejón de muerte entero, pero los múltiples descabellos dejaron su actuación en una ovación.
Desde Sevilla, crónica de Conchita Rodríguez Ortiz