Matias Tejela se ha encontrado con el mejor lote de la tarde, que en conjunto ha sido noble y ha tenido buen recorrido y armonía. Su primer toro fue un toro muy bien hecho, bajo y con magníficas hechuras para embestir como así haría después. El madrileño se encontró bien en la cara del toro, aunque en mi opinión equivoco los terrenos del toro teniendo que haberlo toreado más en los medios como toro bravo que era. Quizás molestara un poco el aire, pero Tejela ni tan siquiera lo intentó e hizo toda la faena en el tercio. Este fue el ejemplar más en tipo de la casa y fue mejor por el pitón izquierdo. Lo toreó mejor con el capote llevándolo al caballo por chicuelinas al paso y rematando con una tijerilla. El burel tuvo recorrido galopante y fijeza en la muleta. Brindó al respetable y citó al toro de lejos, obedeciendo este al engaño. Tres series diestras fueron la carta de presentación del torero por ese lado, y el toro que tenía codicia y clase, se acopló de momento a la faena. En el toreo al natural lo metió en tablas demasiado, y ahí el toro se rajó un poquito, con lo que volvió sobre el pitón diestro por donde le propinó un par de series más, ya con menos continuidad. Mató de estocada casi entera y el toro tardó en caer, así que recibió una ovación desde el tercio. El sexto bis, del mismo hierro, fue un toro con más movilidad si cabe, aunque iba un poco abanto y no acababa de entregarse. Había que torear y estuvo firme el torero. Al toro había que llevarlo muy tapado para tapar el arreón que daba al final del muletazo, que le dio algún que otro susto, retirándose al final de la corrida a la enfermería por un posible golpe en la barbilla. Le falto quizás darle un poco más de tiempo entre serie y serie. Lo toreó por ambos pitones y fue sorprendido en alguna ocasión al natural. Mató de pinchazo y estocada y recibió una oreja. A mi parecer, con el toro tenía que haber estado más firme y voluntarioso, e incluso me atrevería a decir que ha tenido un lote con posibilidad de salir por la tan ansiada puerta del príncipe, que parece ser que este ano no quiere abrirse para nadie.

En el primer toro de la tarde estuvo Antonio Ferrera muy valiente y se acopló a su embestida. Espectacular este torero en banderillas siempre, sobre todo el tercer par por dentro junto a la barrera, dando un gran salto al clavar en el embroque. Brindó al cielo y el toro se movió, pero quizás de forma engañosa con los avíos de torear. Mejor el pitón derecho del toro pero sin llegar a redondear. Mató mal y fue silenciado. El cuarto toro fue un tanto más basto, pero echaba la cara abajo y tenia nobleza. Este tercio de banderillas fue mucho más espectacular por clavar los palos al quiebro y junto a tablas. Le faltó al toro un tranquito en la muleta por el pitón derecho, y se dejó un poco más por el izquierdo. El toro no acabó de emplearse y metió el torero una estocada un tanto baja, pero muy habilidosa.

El malagueño Salvador Vega se encontró primero con un toro desrazado y falto de casta, al que pudo hacerle un quite por chicuelinas al estilo del antiguo de la escoba que hiciera en sus tiempos el malogrado Antonio Bienvenida. El toro era muy noble, pero no quería embestir y se salía de la suerte sin que pudiera hacer nada a su favor el diestro. Mató mal y fue silenciado. De manera que esta tarde, en la que tenía tantas esperanzas puestas se ha ido casi de vacío el esportón de las orejas. Vega se encontró en segundo lugar con un toro un tanto informal, que no tuvo la continuidad deseada por el torero y que tuvo que matar demasiado pronto. Espero que el año próximo pueda tener el ganadero de Fuente Ymbro más suerte y, que pueda matar su corrida su talismán, el este añoo ausente, Miguel Ángel Perera.

 

 

 

152009405223~1241214760593.jpg     Desde Sevilla, crónica de Conchita Rodríguez Ortiz