En el Real Círculo de la Amistad de Córdoba y organizado por «El Castoreño», se celebró ayer día 26 de febrero 2018, la segunda jornada “Cómo ver una corrida de Toros”, en la que se trató: «La suerte de varas y el tercio de quites». Participaron, como anunciaba el cartel: el picador Manuel “Zapata”, el banderillero Paco Sánchez Saco, Rafael Gago y los matadores de toros José Mª Montilla, Manuel Cano «El Pireo» y Rafael González «Chiquilín», moderando la mesa José María Portillo Fabra.

Abrió el acto José María Portillo – Presidente de la Tertulia – agradeciendo al Vicepresidente del Real Circulo de la Amistad don Nicolás De Bari, su apoyo a este curso.

“Zapata”, un picador que antes se probó como torero de a pie, en tiempos muy difíciles, por la verdadera legión de aficionados que había entonces. Más tarde, su relación con el campo, caballos y toros, lo que ha formando parte muy importante de su vida, y como él dice, amante de los animales, lo inclinaron al oficio de varilarguero.

Nos habló “Zapata” de las cuadras de caballos unas para picar el toro y otros para hacer la suerte de varas, y de cómo Madrid ha sido su plaza, sin dejar atrás a la de su tierra: Córdoba. La última vez que participó en “Las Ventas”, le dieron una sonora evasión con un novillo de Concha y Sierra. Comentó también, que donde más ha disfrutado ha sido tentando en el campo, y que a la vez ha sido donde más ha aprendido, sobre todo durante varios años en las ganaderías cordobesas de don Ramón Sánchez y los hermanos Centeno.

Siguió el turno de intervenciones Francisco Sánchez Saco, con la visión del gran subalterno que fue, al lado de las grandes figuras de su tiempo, cediendo la palabra Rafael Gago, en su tiempo un gran novillero que despertó muchas esperanzas, y hoy un gran subalterno, de los que, como se suele decir en el argot taurino: “de los van al toro”. Rafael nos comentó que, la intención del picador no es hacerle daño al animal, aunque parezca una contradicción, según la visión que hoy tiene la “ola” antitaurina.La finalidad de la suerte de varas es medir su bravura y ahormar la embestida para la muleta. Igualmente apuntó que hoy se ha perdido sacar al toro del caballo toreando como antes se hacía.

Su anécdota fue la de un quite en Bilbao, donde al terminar, le perdió la cara al novillo y le dio una voltereta; al levantarse mareado, se fue otra vez y le hizo de nuevo el quite.

Por último, intervinieron los maestros: José María Montilla – decano de los toreros cordobeses – Manuel Cano “El Pireo” y Rafael González «Chiquilín», los tres doctores en tauromaquia y de sobrada maestría para hablarnos con propiedad, como jefes de cuadrilla durante muchos años.

Montilla inició su turno diciendo que los toros eran antes con menos peso y se le picaba menos, refiriéndose también a un quite que hizo “El Pireo” en Madrid por delantales (suerte que realizaba con un arte especial) y a otro que realizó, él mismo, en Barcelona, toreando con Gregorio Sánchez, cuajados ambos fenomenalmente.

Seguidamente, Montilla añadió que los picadores son fundamentales y claves para la lidia.

Manuel Cano “El Pireo”, con sus tres Trofeos “Manolete”, nos habló de sus experiencias en los quites, y de varias anécdotas; una de ellas fue en Sevilla, que salió por la Puerta del Príncipe después de cuajar y triunfar en los dos toros, pero no pudieron sacarlo a hombros porque habían puesto un escenario en la puerta del Príncipe. La otra, cuando, en el mes de agosto, le pegaron una cornada y lo llevaron al hospital, teniéndolo que dejar en el pasillo porque estaba lleno de toreros heridos.

Por último, Rafael González «Chiquilín» nos narró que todos los tercios son importantísimos de cara a la lidia, y que todos los profesionales tienen su misión: desde el ayuda al chófer, y que el picador es clave para él, ya que – como refirió en su anécdota – toreó solo una vez en Portugal y la última, porque a él le ha gustado torear despacio y, al no picarlos, no se puede hacer ese tipo de toreo, porque el toro no se ahorma y enviste a oleadas. Igualmente, al referirse a los subalternos: son todos importantes –dijo- todos unidos para que todo salga bien. Entre los mejores quites que recuerda, los que hizo con «Finito de Córdoba” y Manzanares (padre). En Montoro con Palomo Linares y el “Soro”, y en Córdoba, el que hizo a pies juntos, a un toro de Murteira, el día de la alternativa de su compadre Cayetano de Julia y Rafi Camino.

Cerraron el acto unas palabras de José María Portillo refiriendo que, entre los que completen las cuatro ediciones del curso, se sortearán unas entradas para la feria de mayo.

Al final se degustó una copa de vino.

Echevarría y Cuevas

Fotos: Mercedes y Cuevas