Parece que nuestro título muestra un pesimismo severo sobre la felizmente terminada FERIA DE SAN INSIDRO 2013, a las que se adosa con pomposa e inadecuada procedencia la FERIA DEL ARTE Y LA CULTURA, aditamento de ínfulas culturales que nada suma, en positivo, a la feria taurina de primavera, la que debiera seguir gozando los aficionados de Madrid, y los de otros puntos del Universo que se allegan jubilosos a la llamada plaza más importante del mundo taurino en estas fechas.

Y es cierto que el pesimismo roe nuestra alma de amante de la Fiesta Nacional al observar que el planteamiento que han seguido los responsables de la empresa adjudicataria de “Las Ventas” al programar estos carteles “Isidriles”, ha continuado degradando la calidad y la cantidad de los festejos que se dan en nuestra querida plaza, siguiendo la pauta iniciada en su día por la empresa de los hermanos Lozano. Recordemos que en 1989 los beneficios que se llevaron la empresa de Manuel Martínez Flamarique “Chopera” y la Diputación de Madrid fueron 89 M de pesetas cada uno, y que en 1990 los hermanos Lozano y la Comunidad de Madrid se embolsaron 316 M por barba. La calidad no casa con los beneficios, claro. Como era demasiado descarado el beneficio que se obtenía de nuestro coso, decidieron no elevar a públicas las cuentas de explotación a partir de 1992. ¡Cosas veredes, amigo Sancho!

Y es lógico que si el planteamiento de los festejos no es ilusionante, los resultados de los mismos no pueden ser buenos, aunque los miremos con el mayor de los optimismos.

En primer lugar debemos reivindicar que Madrid sea una plaza de temporada. No se puede admitir que se diga que no vamos a los toros fuera de ferias con obligación de “abono”, cuando la realidad ha sido que se nos ha echado a los aficionados de la plaza gracias a carteles de nulo atractivo. Antes de la década de los 90, íbamos a los toros en verano para disfrutar de carteles esperanzadores, con toros y toreros del interés de “Madrid”: Curro Romero, Paula, “Frascuelo”, Julio Robles, Ortega Cano, Dámaso, “Yiyo”, el gran Antoñete, etc., nos acercaban a la plaza, que llenábamos en más de 2/3º de su aforo. Es lógico que si las empresas que han gobernado la plaza después nos privan de carteles con atractivo huyamos de los tendidos. Primero fue el abandono al que se sometió al aficionado; luego la falta de asistencia; que quede claro.

Para mantener, al menos, nuestras fiestas “isidriles”, hay que habilitar ideas que ilusionen al aficionado y sean factibles. Se recuerda que si queremos defender que nuestra plaza siga siendo plaza de temporada, hemos de dotar económicamente los festejos de ferias, y para ello necesitamos que éstos sean suficientes para arriesgar en los de “no abono”, mientras que se va recuperando la vuelta al coso de los aficionados el resto del año. Un sistema sería el de programar un San Isidro con, por ejemplo: 39 festejos desde el 1 de mayo al 10 de junio, en los que se incluirían las corridas de la Prensa y la de Beneficencia, con dos días libres para acoger posibles suspensiones. De estos 39 festejos, el abonado debe obligarse a retirar al menos 2/3º de entradas, esto es, 26; en las que se deberían incluir 2 novilladas y una de rejones. El resto del abono debería ser cedido a la Empresa para que lo utilizase como quisiera. Así se tendría obligación de asistir a un nº de festejos similar al de ahora, y se posibilitaría el que personas que pueden venir sólo en fin de semana puedan hacerlo; igualmente los que los fines de semana se van de Madrid podrían tener menos perjuicio al elegir los días adecuados a sus circunstancias.

En el caso expuesto, es lógico que la empresa tenga que esmerarse en la ejecución de los carteles para evitar esos de costo mezquino con los que nos ha lacerado este y los pasados años.

En 2013 hemos asistido a un ciclo ferial frío: de planteamiento, de temperatura y de resultados. Respecto al tiempo meteorológico, decir que la temperatura media ha disminuido al menos 10º C con relación a las del ciclo del 2007, que detallábamos en el libro: “Temporada 2007”, editado por el Ayuntamiento, en el que los dibujos de César Palacios conducían los comentarios de este “escribidor”. Del ganado que ha salido a la plaza hemos de lamentar que la única sorpresa, negativa, ha sido la que nos deparó la “victorinada” de Talavante. Lamentablemente no dieron el juego que nos prometíamos; toros demasiado “light´s”, a los que no ayudaron ni el viento ni las desastrosas cuadrillas, ni el ánimo del esforzado torero extremeño. ¿Qué pasó?: Nada bueno, en una de las pocas  corridas de a pie en las que se ha puesto el “no hay billetes”. En otra, en la de las “figuras” a pesar de orejitas y triunfalismo, no hubo apenas nada. Toros chochones de Victoriano, alguno manso hasta la saciedad; buenos dos de Alcurrucén; un vibrante “parladé” que exigió el pago al gran Fandiño, más figura que el resto del escalafón superior, aunque cobre menos; pasaron por “aquí” Manzanares y Castella, aunque alejaban a sus toros por “allí”; la mansada de Samuel, de buena crianza, pero sin casta alguna; un buen sobrero con pocos pitones de Carmen Segovia; dos toros buenos de Bohórquez, que nos ilusionan para que éste encaste, el de “murube” vuelva a ser requerido por las empresas; bien criados y resultones los de José Escolar, con un “Bustillo II” muy bueno; la presentación esmerada de Cuadri, que esta vez no tuvo demasiada calidad; buena la corrida de Adolfo, con dos toros excelentes, 4º (mal picado) y 6º; corrida que nos deparó una lidia magnífica de la cuadrilla de Castaños, ese torero generoso con los toros y con su cuadrilla; pares soberbios de Fernando Sánchez y Adalid, y una suerte de varas con emoción de “Tito” de Sandoval; el valor y el crecimiento artístico de los toreros mejicanos; con un apartado especial para Adame, valiente, capaz y entregado; destacadas actuaciones del pequeño gran torero que es Alberto Aguilar, que templa muy bien, y que se los pasa de verdad; buenas estocadas de Fandiño, Robleño, Curro Díaz y Daniel Luque; bien Juan del Álamo, Bautista y Morenito de Aranda; Riter valiente, y estático…

Cuadro de Honor, tras lo destacado:

-Fandiño, la mejor faena; digna de su valor, conocimientos y entrega.

-Una gran estocada de Curro Díaz; otra de Robleño.

Mejor toro: “Marinero”, el “Adolfo” más destacado, que debió ser mejor aprovechado.

Mejor par de banderillas, el 2º de Fernando Sánchez el día del apoteosis.

Mejor Puyazo: ninguno, pero hemos de premiar la entrega y la gran afición de “Tito” de Sandoval.

-Banderillero mejor lidiador: Marco Galán, de la cuadrilla de Castaños muy serio y efectivo.

Mejor ganadería: Adolfo y Escolar.

Hecho destacado: Actuación artística de la Cuadrilla de Castaños; todos los de a pie y “Tito” de Sandoval, a caballo. Y la generosidad del matador.

-Planteamiento de las ferias por Taurodelta: Mezquino; acorde con las declaraciones de su presidente a la Cadena Ser: “Nos estamos cargando la Fiesta”; verdad.

-Planteamiento del CAT: Pésimo, de espalda a la Afición. Ciclo de Arte y Cultura que debe desaparecer; carteleria de la Feria, inadecuada; Beneficencia sin TV, y con toros inadecuados. Látigo a los aficionados relegando sus actos culturales a la Sala Cossío, a la que se impedía el paso desde el patio de caballos y desde el Desolladero. -La cocina de los VIP, que a pesar de las muchas quejas de empleados y abonados del “9”, ha seguido martirizando con sus olores a comida a los asistentes…

Y como no queremos enredar en lo peor, nos lo ahorramos. Busquen ustedes acogida en lo bueno; juzguen si es suficiente o no. Sólo una salida por la “Puerta de Madrid”, la de Talavante “amortajado”; otra que pudo haber sido y no fue, la de Alberto Aguilar. No “sé qué” de la cultura y el arte…

Feliz año nuevo; a ver si alguien nos asiste en el próximo. ¿Hay alguien bueno ahí? ¡Ayuda!

José Mª Moreno Bermejo. Aficionado independiente.