Hasta Sevilla, concretamente a la pedanía Arroyo de la Plata, se desplazó Ruben Sanz el pasado día 11 para el primer herradero y tentadero en la recién creada Ganaderia de Sara Palacios.

 Aficionados de Madrid, Valencia, Jerez y Córdoba se desplazaron para la cita donde Sanz volvió a dejar su impronta y sello personal. Aquellos que lo conocían y que ya había paladeado su toreo pudieron volver a vivir las efímeras sensaciones llenas de sentimiento que su toreo irradia. Pero quienes verdaderamente disfrutaron fueron aquellos que nunca habían tenido la oportunidad de ver previamente al soriano.

 Ya durante el herradero matutino pudieron empaparse de esa particular visión que Sanz tiene de la vida y del toreo, no en vano, el próximo día 17, el matador de toros intervendrá en el Otoño Cultural del Club Taurino Estellés impartiendo una conferencia que lleva por título “El toreo de arte, pasión y sentimiento por Rubén Sanz”. Reflexiones que quedaron probadas aquella misma tarde en el tentadero con su particular manera de torear. Fuera de los cánones encorsetados y los abusos técnicos, todo es personalidad y sentimiento. Algo inaudito en los tiempos que corren.

 Protocolariamente Ruben Sanz, solicitando el permiso de la ganadera, le dedicó unas emotivas palabras «Cuando me dijeron que una joven de 18 años se embarcaba en un proyecto ganadero me pareció una locura, pero qué es el toreo si no una cosa de locos». 

 Ya con los trastos, Sanz le sacó el mejor partido al ganado reafirmando su perfil de extraordinario tentador. Y con el preceptivo «visto» de la ganadera, el torero pudo gustarse a base de naturales encajados, largos y hundidos. La patente a tanto sabor a torería añeja vino precisamente de uno de los que «descubrieron» a este torero, el presidente de la Tertulia Taurina «El Castoreño» del Real Círculo de la Amistad de Córdoba, Jose María Portillo, quien calificó a Sanz como la «Saeta Soriana».

 Sin duda Sanz dejó ganas de volver a verlo. Toda una declaración de intención para el 2024, cuando cumplirá 15 años de alternativa.

Rafael Gómez Aguilar

Escalera del Éxito nº 210