1  DE  JUNIO

Lo del extremeño Antonio Ferrera esta tarde en Las Ventas rebasa, ¿y cuestiona?, casi todo lo establecido en varias décadas por una Tauromaquia más de modas que de modales-modos para único arte vivo que hay. Intuitivo, creativo, pasional, revolucionario, excepcional está Ferrera en una tarde para la historia y el porvenir del arte de torear. Ya han aparecido varios toreros con la filosofía del también extremeño Juán Mora… cuando en dos faenas tan bellas como breves en la feria de otoño de hace unos años tuvo un triunfo clamoroso. “Los extremeños se tocan”, dentro de unos años también habrá toreros discípulos del espíritu Ferrera… y lo que hoy es excepción-revolución casi será norma en la expresividad-variedad del toro, del toreo y del torero futuro…  todo-todos, afortunadamente, sin llegar a conocer el misterio íntimo-último de un ceremonial casi imposible de descifrar-entender-narrar. Ferrera en plena ebullición-evolución-madurez dicta una lección completa y magistral de obligado análisis-estudio en todas las disciplinas artísticas en general y del arte de torear en particular. “Sí, es imposible llegar a esos límites con un encefalograma tan correcto como plano”. La lección de Antonio con los “trastos” de torear-estoquear está cimentada en una mezcla del toreo ancestral por sus gestas- gestos … y del fijar-parar-templar-mandar enlazando embestidas a derecha e izquierda cambiando de mano sin el recurso del pase de pecho o los adornos de por medio para comenzar-finalizar series. Pases naturales, -sin la ayuda para interpretar los derechazos-, por ambos pitones con una continuidad-suavidad que parecen caricias de novios, con una naturalidad que parece utópica, con una verdad auténtica-genial, con una inventiva vanguardista…pasos, pases y poses de frente, de perfil o cargando la suerte con el compás abierto a la medida, siempre clásico-tranquilo y con el ritmo apropiado-calmoso para los nuevos tiempos…recupera la brega, la lidia, la razón de ser del toreo que cantan-cuentan otros elegidos de las artes escénicas-plásticas… es como una obra donde le han acompañado las musas, los duendes, los dioses más generosos…nada que ver con ese toreo “bipartidista” de cinco series repetitivas por el pitón derecho y dos series ídem por el pitón izquierdo…toreo lineal, simple, superficial con la figura del torero retorcida, forzada, espatarrada, casi siempre ventajista, y… sin el sabor-saber- sensual de las curvas y de las cercanías…toreo más insulso que sustancial al que algunas “ figuras de época” pretendían acostumbrarnos. Hay vida y hay posibilidades más allá del cansino, decadente y agotado sistema que todavía nos camela. Los toros son de Zalduendo, uno hecho para el triunfo de Ferrera y otro tiene que hacerlo. Los otros cuatro más-menos manejables… pero, con poca historia en las manos del exquisito Curro Díaz y del intrépido Luis David Adame.

Ferrera sale en volandas por la Puerta Grande… por el triunfo de su propio reto y porque  a un toro llamado Bonito le hace el toreo más Bello.

Ángel Arranz

4  DE  JUNIO

Alguna, o muchas averías hay…cuando tardes como la de hoy apenas se cubre la mitad del aforo. No es halagüeño que en la Feria de Ferias en la Primera Plaza del Mundo, espejo de todas las demás, haya bastantes menos espectadores que abonados…tres mil para ser exactos. Algo, o mucho falla, en los planteamientos de la empresa, de taurinos profesionales y de los “consejeros” de la Comunidad de Madrid que es la propietaria de la plaza.

La corrida –es un decir- de Las Ramblas, por su instinto, es de las que echa de los tendidos al público en general, a toreros de su oficio, y al aficionado en particular.

Seis toros –es un decir- desconcertantes, destartalados, inciertos y malignos para los voluntariosos toreros que se ponen delante. Es lógico que de vez en cuando salte un “regalito” al ruedo…pero que salten cinco de seis…

Toros, “bultos” con dalles por pitones, mansos con los peores genios… en casi todas las embestidas el recorrido no va más allá de las medias o de los sobacos de los lidiadores; por supuesto, hay sustos más innecesarios que necesarios. Morenito de Aranda sin posibilidades artísticas en su lote. Tomás Campos, casi recién llegado al escalafón superior y con pocas corridas en su haber está muy valiente con un buey cobarde…con el otro, quizá hubiese sacado algo más si tuviera la experiencia-madurez del inolvidable Dámaso González. Juan del Álamo con apuntes dispersos-diversos en una obra inacabada a su primer oponente…el menos malo del encierro…el otro toro también es para olvidar.

En general “los bultos” cumplen más-menos en varas, pero son un espejismo de bravura para el resto de las funciones.

Dos muestras casuales y contradictorias: el primer toro se llama Valeroso y no pasa de medroso, el cuarto se llama Artista y no pasa de oportunista…