Luis Francisco Esplá,  ya en plan de retirada, trató de salir del paso sin más empeño. Incluso banderilleó al primero clavando un par al violín, acción impropia  de un torero de corte clásico.

Sebastián Castella, segundo espada del cartel realizó un torero estático con valor y buenas hechuras, solo el pero de entrar a matar con el brazo suelto, sin realizar el volapié como mandan los cánones. Al matar al primero de una estocada fue premiado con dos orejas. Al quinto lo despachó de pinchazo y bajonazo, saludó desde el tercio, y al final salió en hombros.

Alejandro Talavante, sustituyó a Morante de la Puebla, cogido dos días antes en San Sebastián de los Reyes. Poco o nada destacable se le vio, sin ligar muletazos y entrando a matar con brazo suelto. Aunque la generosidad del público palentino tras una estocada baja le concedió una oreja.

 

 

 

El domingo 30 de agosto, toros para rejoneo de Mercedes Pérez Tabernero que acudieron a la cita ante el rejoneador y su cabalgadura.

 

Fermín Bohórquez con veteranía cumplió su labor, aunque clavando desigualmente al estribo y a la grupa, que es a toro pasado. Cortó una oreja en el primero y dio vuelta al ruedo en el cuarto.

Pablo Hermoso de Mendoza dio muestra de doma y monta una vez más, con acierto al clavar rejones haciendo bien la reunión con el astado y clavando el estribo y el acierto con el rejón de muerte. Su primero un mansote que se iba aquerenciado a tablas le obligó a sacarlo con recursos para meterlo en razón. En el quinto logró el triunfo que buscó con calidad y categoría y fue premiado con dos orejas.

Sergio Galán desigual en su actuación. Enceló bien al primero, pero clavó a la grupa. Le concedieron tres orejas en total y salió en hombros con Hermoso de Mendoza.

 

 

 

El lunes 31 de agosto, se corrieron toros de la divisa de Juan Pedro Domecq bien presentados, dieron buen juego, excepto el cuarto flojo y descastado.

 

Manuel Díaz “El Cordobés”, se mostró voluntarioso en ambos toros de su lote. El primero dobló de pinchazo y estocada saludando desde el tercio. Al cuarto le finiquitó de un bajonazo y saludó desde el tercio.

Rivera Ordóñez salió a cubrir el expediente sin más ambición, entrando con el brazo suelto despenó al segundo pinchazo, estocada baja y descabello. Sin esforzarse hacer un toreo de calidad se quitó de delante al quinto de una estocada atacando con el brazo suelto, vicio que desvirtúa la suerte de estoquear, y le regalaron una oreja.

El Fandi montó su espectáculo personal con el número de las banderillas con saltos y colocando los rehiletes al hilo del pitón con gran entusiasmo de un público  festivo  jaranero que no tiene referencia de cómo es la suerte, lo jalea todo con un alboroto disparatado, algo de pena, desde el punto de la autenticidad del toreo, con el número extra del par al violín, que es oriundo del toreo cómico. Contra la opinión del Presidente clavó un cuarto par. Cuanto realizó el granadino en comparación con el toreo auténtico es pura coincidencia. Al tercero lo despachó de una estocada trasera con el brazo suelto y descabello y le regalaron una oreja. Al sexto lo pasaportó perfilado fuera del pitón, atacando el brazo suelto y yéndose fuera, clavó el estoque, y sonó un aviso, rodó el toro. Apoteosis enloquecida del público verbenero y el diestro regalado con dos orejas y salida en hombros.

 

 

 

El 1 de septiembre, se corrieron toros de Garcigrande manejables y de buen juego quinto y sexto.

Enrique Ponce con toreo movido y evasivo rematando los pases fuera, acabó con el primero  de una estocada entrando a capón y le otorgaron una oreja porque si. El sexto dobló por efecto de una estocada desprendida recetada a capón y le llegó el regalo de dos orejas.

Miguel Ángel Perera puso voluntad y valor, pero no ligó un muletazo, uno, otro y así. Con el brazo suelto dejó una estocada caída y un descabello para acabar con el segundo. Saludos. El quinto dobló de estocada trasera y desprendida atacando con el brazo suelto y dos orejas, no faltaba más.

Cayetano frío, parecía sin afición o con poco animó, con el brazo suelto acabó de pinchazo y media estocada, sin eco en los jaleosos tendidos. Al sexto, con el brazo suelto lo tumbó de una estocada y dos orejas que regalan. Y al final los tres en hombros, los triunfos apoteósicos, a veces, son engañosos.

 

 

 

El 2 de septiembre la plaza presentó  un lleno a rebosar, hasta entonces el caso solo había registrado tres cuartos de aforo. El motivo de la gran entrada fue la presencia de José Tomás.

Se jugaron toros de Núñez del Cuvillo, bajos de casta y justos de fuerza.

 

Manolo Sánchez realizó lo más torero, torerisimo. Su actuación fue lo mejor de lo hecho en la feria. Atacando con el brazo a la altura del corbatín ejecutó la suerte de matar a volapié, como exigen los cánones. Al primero lo envió al desolladero de media estocada y descabello y saludo desde el tercio. Al cuarto de pinchazo, estocada, sonó un aviso, dobló el toro y le concedieron una oreja.

A José Tomás le faltó toro, intentó hacer su toreo de quietud y estatuario, pero el toro carente de casta y fuerza, aunque cargado de nobleza entraba sin pujanza y esto restó emoción y todo quedó huérfano de atractivo. El segundo dobló de tres pinchazos y estocada. El quinto hizo un extraño en la reunión de la suerte suprema y la estocada se fue baja. Otra estocada y cuatro descabellos, un aviso y acabó con el toro, saludos desde el tercio.

José María Manzanares en el tercero y sexto toreó sin relumbrón, rematando los pases fuera sin ligar, aunque en el tercero al dejar una estocada con el brazo suelto, le tocó en suerte una oreja. Al sexto lo despenó de estocada caída entrando con el brazo suelto.

 

 

 

Con fin de la feria se dio una novillada sin picadores, erales de Mercedes Pérez Tabernero, de buen juego para Víctor Barrio de Segovia, Diego Fernández de Palencia y  José Miguel Valiente de Albacete, este resultó cogido al hacer un quite al quinto. Los tres demostraron buenas condiciones toreras, destacando Diego Fernández por su buen hacer y manejó con el estoque con arreglo de buena ejecución de la suerte suprema. Cortó orejas y salió en hombros que siga la racha, le deseamos.

 

 

Para terminar comentamos que a la Plaza palentina le están buscando nueva denominación, para cambiar el que ostenta de “los campos góticos”, pues, a juzgar por el comportamiento de su actual público, podrían denominarla  el coso “tómbola”, con perdón.

 

 

José Julio García   

Decano de la Crítica Taurina de España