Fuente: Rafael Comino Delgado: Deltoroalinfinito.com
Desde hace unos años, especialmente en el último, oímos con frecuencia decir, a profesionales y aficionados, que es necesario hacer importantes reformas en la Tauromaquia, o si prefieren, en el mundo el toreo. El pasado mes de diciembre, el empresario don Alberto García decía: “O la tauromaquia se organiza en una Federación Nacional o le queda poca vida”, por poner solo un ejemplo, pues han sido varias las voces que, desde dentro o fuera del toreo, han clamado pidiendo reformas en profundidad, si la Fiesta quiere seguir subsistiendo en el futuro. Téngase, además, en cuenta que sufrirá muchos más ataques, por parte de animalistas y políticos, de los que hasta ahora ha soportado, y han sido muchos.

No sé si la solución es una federación nacional o es otra cosa, pero sí creo que, efectivamente, el mundo del toreo necesita reformas importantes, porque en bastantes aspectos continúa funcionado como hace muchos años, con método obsoletos, que no valen para hoy. En la vida todo evoluciona, y hay que adaptarse a los nuevos tiempos, sea el colectivo que sea, o se está condenado al fracaso.

Desde mi punto de vista, como aficionado, creo que son necesarias, al menos, profundas y urgentes reformas en tres aspectos: la lidia, el sistema y el márquetin.

En la lidia total han perdido importancia algunos tercios, como el de varas y banderillas, y lo ha ganado el de muerte, si bien este último se ha ampliado mucho a expensas de la faena de muleta, prácticamente inexistente cuando Francisco Montes “Paquiro” ordenó la lidia en tres tercios, de tal forma que hoy día es la que determina el éxito o no del torero. Además, los dos primeros tercios necesitan reformas urgentes, pues en muchos casos tienen efectos negativos sobre el comportamiento del toro después. Pero dentro de la lidia incluiremos también las características del toro que hoy se lidia. Sin duda, ha mejorado en bravura y clase de la embestida en relación con el pasado, pero en casta, tal vez haya ido a menos. Habrá que reformar este aspecto.

Por lo que se refiere al llamado sistema algún sector ha ido adquiriendo poder, o dominio, sobre los demás, hasta el punto de que ello puede, en cierto modo, desvirtuar la pureza de la Fiesta, la libre y real competencia, que en el toreo siempre ha habido y debe haber.

El mundo del toro no se ha preocupado demasiado del marketing y ahora, además, en muchos casos se oculta todo lo bueno relacionado con la fiesta de los toros

La comunicación, lo que se ha dado en llamar el marketing, o márquetin en español y, para mí, mejor decir mercadotecnia hoy día es fundamental. En general, en nuestro país y en todos los del mundo desarrollado, lo que no sale en los medios de comunicación, especialmente la televisión, no existe. El mundo del toro no se ha preocupado, en el pasado, demasiado de este aspecto y ahora, además, en muchos casos se oculta todo lo bueno relacionado con la fiesta de los toros y se enseña lo que de negativo pueda tener; no se cantan los éxitos, pero sí aparecen las cornadas. Se le ponen, por parte de políticos y de potentes lobbies, o grupos económicos, pegas para publicitarse. El mundo del toreo, pues, debe concienciarse de ello y luchar inteligentemente contra todos los obstáculos que se encuentra y encontrará en el futuro.

Y ya que hablamos de reformar la tauromaquia, también hemos de destacar que en el toreo existen errores de concepto que se han ido trasmitiendo de unas generaciones a otras vía oral, y que sería conveniente aclarar, de una vez para siempre, tales como: “Ante cualquier herida en las piernas inmediatamente poner un torniquete por encima de la misma”; “Cuando se saca la espada entra aire por la herida y el toro muere antes”; “Este toro tiene mucho o poco  temple”; “Es que este toro es muy hondo; “Puya en la yema” ; “Los toros cierran los ojos al embestir”, etc.

Aunque de menor importancia, también existen términos en el léxico habitual que aún seguimos utilizando, y pienso son incorrectos o equívocos. Solo me refiero a dos términos muy empleados: “Tres tercios de la lidia” y “Novillero (o novillada) sin caballos”, si bien hay otros muchos más.

En próximos artículos iremos analizando más en profundidad cada uno de los temas mencionados como posibles objeto de reformas en los próximos años.