Por Rafael Carvajal Ramos. Escalera del Éxito 254

Cuando hablábamos de dinastías taurinas cordobesas, hicimos notar la copiosa, extensa y, me atrevería a asegurar, la raíz de todas las sagas toreras de la ciudad califal, de la de los Poleo. Todas las sagas que van apareciendo con posterioridad son brotes de esta crasa planta, por lo que por descendencia o matrimonio de sus integrantes, de una forma u otra están emparentadas entre sí, en grados de parentesco más o menos próximos. Viene esto a cuento de que aprovechando la entrega de la última Escalera del Éxito a la dinastía de los Sánchez-Saco, toreros de plata que han rayado a gran altura y son considerados entre los más preclaros de la profesión, y de los que se tratará en la próxima entrega de nuestra revista, va dedicado a ellos con mi expresa felicitación por la obtención del preciado trofeo.

Nuestra semblanza va dedicada hoya un ascendiente de esta preclara familia de coletudos, siendo uno de sus tíos (Rafael Sánchez «Poleo») quien le enseña los primeros rudimentos de la arriesgada ocupación. Rafael Sánchez Fernández «Bebe» nace, en efecto, en Córdoba el 28 de Junio de 1869, hijo de Francisco Sánchez, de profesión carnicero, y de Francisca Fernández. En su casa se respira el ambiente del toro, como sucedía en la práctica en todas las casas de una sociedad y de un barrio de escasos recursos económicos poblado de profesionales del tema, y el muchachito pone en práctica las enseñanzas de su pariente y de su afición en capeas pueblerinas y en tientas en las fincas de los alrededores de la ciudad, y recorre numerosas plazas andaluzas como integrante de las cuadrillas de sus paisanos novilleros Rafael Luque «Melo», «Villarillo» y »Torerito». Avezado de esta manera en las lides toreras, aparece en Madrid en la cuadrilla de «La Fragosa», torera vallecana de escasos méritos, hasta el punto de que el revistero Angel Caamaño @ El Barquero, hizo en chispeante siguiente ripio: en vez de dedicarse a planchadora! o hacerse lavandera! se dedicó al toro esta señora! y al fin se hizo torera.! Cada cual tiene un gusto diferente! y así vamos tirando;! pero yo lo que opino, francamente,! que estaría mejor Lola fregando. «Bebe», que a la sazón cuenta veinte años y una presencia airosa, brega con valentía y buen arte, y se gana la simpatía de los madrileños. Separado de la torera madrileña, se embarca sucesivamente en las cuadrillas de Fernando el «Gallo», Bocanegra y Lagartijo junto a Guerrita, Torerito, Manene, Mogino, y otros paisanos de valía. Era diestro colocando banderillas cortas en silla, al quiebro de rodillas, y en el salto de la garrocha. Cuando Guerrita toma la alternativa y formó cuadrilla se lo quiso llevar con él, pero «Bebe» prefirió tener por jefe a Frascuelo, opositor del Guerra, lo que le atrajo la antipatía de sus paisanos y lagartijistas.

Con Frascuelo se practica en el manejo del estoque, y el 13 de Marzo de 1887 se presenta en Madrid como matador de novillos, alternando con Guerrita en la lidia de reses de Veragua. Repite el siguiente 27 con el Guerra y Tomás Parrondo «El Manchao». Continúa actuando con Frascuelo como medio espada. El 15 de Julio de 1888 torea de nuevo en Madrid en una novillada a beneficio del matador Gonzalo Mora y Donaire, junto a Antonio Pérez y «El Ostión», medios espadas del torero beneficiado, en la que actúan gratuitamente todos los participantes. Se cuenta, y yo creo que esto no sea cierto, si no más bien un bulo lanzado por sus enemigos, que «Bebe», al día siguiente de la novillada, reclamó al homenajeado el pago a sus honorarios, lo que profusamente difundido por la prensa, le granjeó la antipatía de la afición madrileña.

El 5 de Agosto se organiza en Cartagena una corrida con toros de Saltillo para los matadores Frascuelo y Guerrita. El quinto toro, «Cimbareto», negro bragao, cornicorto, muy bravo, derriba al picador «Pegote”, saliendo el toro de tablas rebozado (con la cara tapada) por el capote de un subalterno. El «Bebe» intenta dar un quiebro de rodillas y fue enganchado por el tercio medio de la parte interna del muslo izquierdo, herida que fue calificada de gravísima, lo que supuso el fin de la carrera profesional del torero y de las ilusiones que la afición había depositado en él, pues hubo de amputársele la pierna. En Madrid se organiza un festival en su beneficio en el que actúan Lagartijo y Frascuelo, que obtuvo un éxito absoluto, tanto artístico como económico.

Su inacabada afición le lleva a estoquear en 1893 reses de Guerrita y en 1895 rejonear en Cabra y Mataró con el hándicap de una pierna de madera. En Córdoba organiza la cuadrilla de niños cordobeses, en la que figuraron Machaquita y Lagartijo Chico. Falleció el 2 de Enero de 1928 en su ciudad natal. Poseía un arte propio que encandiló a aficionados y detractores, pero que no remontó vuelo por los espadas con los que tuvo que medirse, imposibles de superar ni tan siquiera igualar, y por una serie de desdichados desaciertos ajenos a su voluntad y personalidad. Para muchos, hasta el olvido habla. De «Bebe» dice más lo que el tiempo calla que lo que la historia cuenta.