Se recomponía el cartel después de las bajas de Julio Aparicio y Cayetano y quedaba Ponce como director de lidia. No pudo parar con el capote a su primero ya que el toro salió avanto, al igual que sus hermanos. Ante un animal muy parado tiró de técnica para intentar llevar la embestida del animal al que tampoco le podía bajar la mano. Después de una estocada algo desprendida se le otorgó una oreja. En su segundo, un animal con el hierro de Carmen Lorenzo, tuvo que cuidarlo para aprovechar al máximo todas las embestidas que le ofrecía. Una faena larga, llegó a sonar un aviso, donde ofreció todo su repertorio muy agradecido por el público malagueño.

 

Volvía al ruedo de La Malagueta el diestro vallisoletano, Manolo Sánchez, uno de los perjudicados por la suspensión del pasado sábado. Dejó detalles de calidad ante su primer oponente que estaba muy parado y queriéndose ir a tablas. Sánchez sólo pudo mostrar disposición y ganas. En su segundo, el mejor del encierro, no se le vió agusto ante un animal que pedía ser sacado al centro del ruedo y templarle más las embestidas.

 

Cerraba cartel el sevillano Oliva Soto del que solo pudimos disfrutar a medias de su toreo debido a la condición de los animales. En un quite por delantales que le enjaretó al segundo de la tarde, perteneciente a Manolo Sánchez, dejó el gusto y la templaza que se le conoce a este torero. Con su primero, muy flojo y parado, solo pudo darle dos tandas con la derecha muy pulseadas sin poder bajar mucho la mano. Por el izquierdo era imposible ya que el toro se quedaba muy corto, cuando volvió a la derecha el toro había cambiado. El último animal de la tarde no tuvo fondo, se paró y el sevillano sólo pudo mostrar ganas de agradar.

 

Con más de tres cuartos de plaza se han lidiado cuatro toros de San Mateo, uno de Carmen Lorenzo (5º) y otro de San Pelayo (6º) muy parados y bajos de raza.

 

Enrique Ponce: Oreja y dos orejas tras aviso

Manolo Sánchez: Ovación y silencio tras aviso

Oliva Soto: Ovación y silencio