Fuente: Rafael Comino Delgado. Deltoroalinfinito.com
Que el Toreo no vive su mejor momento es algo de todos sabido, y para explicarlo, frecuentemente, suele decirse que la culpa es de los propios profesionales, del sistema (“que el enemigo está dentro”), y también que los antitaurinos nos están haciendo mucho daño. Pero la realidad, a nuestro entender, es que quien de verdad está haciendo un daño enorme al toreo son los políticos antitaurinos, y también los no antitaurinos incapaces de poner las cosas en su sitio, de hacer que se cumpla la ley, como ocurre en Francia, por miedo a perder votos.
Es cierto que los profesionales siempre han ido por separado, nunca unidos para defender la Fiesta; cada uno ha solido ir siempre a lo suyo, ignorando otros colectivos; es cierto que “el sistema” no hace mucho bien al Toreo, pero en algunos aspectos ocurría igual, o casi igual, por ejemplo, en los años sesenta del siglo pasado, y la Fiesta vivía uno de sus mejores momentos.
Estamos de acuerdo en que ser empresario y apoderado al mismo tiempo, e incluso además ganadero, no dar paso a los jóvenes, que las figuras solo maten determinadas ganaderías, ser el triunfador en una feria, y que al año siguiente te dejen fuera, etc., no es bueno para la Fiesta. Y así podríamos seguir citando cosas del “sistema”, pero no hace falta, pues están en la mente de todos, aficionados y profesionales. Pero si, queremos destacar de forma contundente que, al menos en nuestra opinión: ¡Para ser un buen empresario, o un buen apoderado, primero hay que ser un buen taurino! Ahora juzguen Uds. si todos los empresarios y apoderados son o no buenos taurinos.
Los antitaurinos que salen a la calle en las manifestaciones, o escriben verdaderos disparates en las redes sociales, son muy pocos; generalmente nunca vemos manifestaciones con más de 40-50 personas como mucho, y de ellos a la mitad o más les importan un bledo los toros; están allí pagados con 25-30 euros. Al día siguiente podrían estar en otra manifestación a favor de los Toros.
Son los políticos antitaurinos los que de verdad le están haciendo un inmenso daño a la Fiesta. Estos políticos se clasifican en dos grandes grupos. a) Antitaurinos porque lo sienten, porque piensan así; b) Antitaurinos por conveniencia, porque creen que declarándose  antitaurinos ganarán votos, y además porque por declararse antitaurinos reciben su recompensa (¡Ya me entienden!). Ambos grupos tienen mente totalitaria, es decir, que lo que a ellos no les gusta, o no les parece bien, hay que prohibirlo.
Por otra parte, el antitaurinismo, a través del mascotismo, representa un negocio de los más rentables, actualmente, en el mundo, por tanto, disponen, los que manejan los hilos de ello, de inmensas cantidades de dinero con el que comprar poderosas voluntades.
Como tienen el poder, con este hacen y deshacen lo que les viene en gana, lo que en cada momento le es más rentable, y cuando digo rentable me refiero a renta. Todos sabemos que cualquier alcalde, que apenas sabe leer y escribir poco más que su nombre-y de esos hay muchos en España-puede decidir si en su pueblo o ciudad se dan o no toros. Le basta con ordenar que se haga un informe diciendo que la plaza no reúne las condiciones adecuadas de seguridad. Piensen la repercusión que puede tener el que una ciudad esté sin toros durante cuatro años que dura una legislatura. La plaza se abandona, incluso pueden darle otros usos, y después, si cambia el signo político, resulta muy difícil volver a dar festejos y que la gente acuda.
Si miramos más arriba, vemos lo que está pasando con el gobierno central, antitaurino radical, que no es que atropelle las leyes referentes a la Tauromaquia, es que las atropella, las incumple, todas.
Es necesario resaltar que los partidos políticos no declarados  antitaurinos tampoco han estado siempre, o están, a la altura defendiendo la Tauromaquia. La realidad es que los únicos partidos que se ha posicionado claramente a favor de la Tauromaquia son el PP y VOX. El PSOE es taurino o antitaurino según el día, la hora, el lugar donde estemos y de donde sople el viento; es la ambigüedad, que como sabemos equivale a hipocresía, falsedad y cobardía. Y no digamos de C´s que, tras hacerse el Sr. Rivera la foto con el maestro Serafín Marín en Barcelona, se olvidaron de los toros.
Pensamos que, en los momentos que estamos atravesando, la única buena solución es unirse como una piña todos los sectores de mundo del toro(incluyo  ganaderos, empresarios, toreros, apoderados, mozos de espadas, informadores, aficionados y otros muy relacionados), como parece se está consiguiendo, bajo el liderato de la FTL, resistir sin límites, luchar con las leyes en la mano y, cuando se estime oportuno, salir a la calle, hacer ruido, que es lo que más molesta a esos políticos sin principios, prevaricadores, que tenemos.
Pensemos, por otra parte, que nadie es eterno, que los señores Sánchez e Iglesias no van a estar siempre en la Moncloa. Es más, no duden que ambos saldrán del gobierno y de este mundo, y aún continuará la Fiesta de los Toros, porque sus raíces son muy profundas y, sobre todo, porque tiene mucha verdad. Al respecto se nos vienen a la mente unas reflexiones, de tres personajes, tal vez, algo más inteligentes que don Pedro y don Pablo (¿qué opinan ustedes?), y sin duda más amigos de la verdad, contra la que ambos mandatarios, por sus dichos y por sus hechos, parecen estar inmunizados : “La verdad puede más que la razón”, pensaba el filósofo griego Sófocles; “La verdad padece, pero no perece”, decía Santa Teresa de Jesús, y el gran Miguel de Cervantes afirmaba que, “La verdad adelgaza y no quiebra, y siempre anda sobre la mentira como el aceite sobre el agua”.
Ellos, los políticos antitaurinos, tienen la autoridad legal, pero deben saber que dicha autoridad no siempre les dará verdad, en cambio la verdad siempre dará, al que la defiende, autoridad moral, que tarde o temprano se impondrá, pues la verdad siempre es bella y limpia y la mentira siempre es sucia y está muy maquillada; muestra un camino bonito y placentero, pero   siempre conduce, al que lo toma, al desastre personal.
Suelen apoyarse en el principio, defendido por Lenin y más tarde por Goebbells, de que “una mentira repetida mil veces acaba convirtiéndose en verdad” (ahora están con eso de que la Tauromaquia no es Cultura, es tortura), pero se olvidan de que, el que la repite se convierte en un ser miserable, indigno y mezquino, y de que el castillo de la mentira siempre acaba derrumbándose y aplastando a los que habitan en él.
No debemos olvidar que otros sectores como los agricultores y ganaderos, en general, y los cazadores también están siendo despreciados y perseguidos, como el nuestro.  Estos sectores y el taurino tenemos en común varios aspectos: a)Viven en el campo o, al menos, hacen su vida en el campo; b)Son despreciados por el gobierno actual; c)Son perseguidos por el gobierno actual; d)Son fundamentales para mantener un ecosistema armónico;  e)Los tres sectores están compuestos por personas, en general, de una gran integridad, nobleza y verdad, pues vivir la dureza del campo, lo que realmente es la vida, confiere un carácter especial. Por eso quiero recordarles que la “Unión hace la fuerza”.
En el pasado otros taurinos también vivieron momentos muy difíciles y fueron capaces de superarlos, de vencerlos y lograr que la Tauromaquia continuase hasta nuestros días. Nosotros no podemos perder la batalla, y el secreto es la unión.