Estamos a la espera de cambios, la Tauromaquia los necesita, pero no llegan ni con cuentagotas.
Bueno, alguno hay. Hemos conocido los carteles que se ofrecen para la reapertura de la Plaza México y eso ya es un cambio tras el cierre absurdo al que ha sido sometida. Alegra saber que la plaza más grande del mundo sirve para aquello por lo que se construyó. Presencia de toreros españoles, de uno en uno, también de Roca Rey, así como un cartel compuesto por matadoras de toros mexicanas. Algo es algo.
En España lo de las mujeres cuaja menos, tras de haber tenido algo de presencia con Cristina Sánchez. No se da cuartelillo a ninguna, claro que eso es poca novedad dado que, a los hombres, con triunfos acreditados, tampoco es que se les haga mucho caso.
Se van sabiendo carteles y ferias y el ‘sota, caballo y rey’, sobre todo Rey, es casi lo único que vemos. Faltan oportunidades y falta respeto por los triunfos, del mismo modo que, aun sin tenerlos, se sigue contando con los mismos, año tras año. En Valencia se ofrecen dos únicos cambios: Le dejan a Román matar seis toros en solitario e incluyen a Borja Jiménez en un cartel.
El aficionado ya ni se pregunta el porqué o la razón de que algunos diestros tengan hueco en los carteles y otros se queden en el olvido. Es como si solo existieran los restaurantes con estrellas Michelín. Claro que se pueden degustar delicatessen, pero y ¿poder comerse unas patatas bravas, un pescadito frito, o un bocata de calamares, no es una exquisitez?
En los toros no es así. Sólo en San Isidro es posible que aparezcan las bravas, normalmente con toros bravos y/o despreciados por las figuras. No suelen, en la oferta que hacen al aficionado, mezclar el pescaito con el glamour, así que en la plaza suele oler a dulces pastelitos o dureza bovina, un olor que perciben perfectamente los aficionados. Eso en Madrid, en el resto ni eso se ofrece.
Así que pocos cambios vemos en todo lo que vamos conociendo y en lo que conoceremos más adelante. Que se queja Luque, sus razones tendrá, que acartelan a Fandi, sus razones tendrán. Siempre habrá alguna razón que exhibir por quien se tenga que defender o acusar. Yo mismo lo hago en estos párrafos.
¡Basta ya! Queremos que haya muchos cambios si es que queremos que perdure la Fiesta Brava. Para defendernos, de tanto ataque ‘Urtasun’, se necesita de más imaginación y de más justicia, de lo contrario no ganarán la batalla, sino que la perderemos directamente nosotros. Así de sencillo.