Tan histórico acontecimiento taurino tuvo lugar el día 16 de agosto de 1720. y sería en la citada Plaza Mayor donde se corrieran toros hasta 1848, año en que comenzaron las obras destinadas a edificar lo que más tarde sería el coso sanroqueño. Ante el notario señor Tarragó se firma, el 3 de julio de 1850, el documento para la edificación de la Plaza de Toros de San Roque, mediante emisión de acciones, cuyo precio se fijó en 1000 reales, a abonar en el plazo de 10 meses. De los 110 suscritores, 73 eran vecinos de San Roque y 3710 eran de Gibraltar.

Para la construcción de tan novedoso coso se contó con los terrenos de 10209 varas cuadradas de superficie, sitos en El Haza del Calvario, generosamente cedidos por el vecino de Jerez, residente en San Roque, Don Juan Díaz Guerra.

 

Para su edificación se tomó como modelo la de la Real Maestranza de Ronda, invirtiéndose en su construcción cerca de tres años, dándose la pintoresca circunstancia de que acabados los cimientos y dar comienzo a la elevación de las gradas, se tuvo la sensación de que el coso en cuestión resultaba un tanto pequeño y menos amplio de lo que se había proyectado y constaba en los planos (63 metros de diámetro el ruedo, con lo que se hubiera convertido en el mayor de España). Todo obedeció a un error de cálculos efectuados por un Profesor de Matemáticas, de San Roque, al que se habían confiados los mismos. Ello ha sido motivo de que dicha plaza carezca de callejón.

De dos pisos, conforma un polígono regular de 16 lados, con un diámetro exterior de 63 metros, que en principio iba a ser interior. Sus muros son de mampostería con refuerzos de arcos y puertas, destacando en su interior la galería del cuerpo superior con columnas toscanas de piedra. Con un ruedo de 42,50 metros de diámetro y aforo para poco más de 6000 espectadores, fue inaugurada con dos corridas de toros celebradas los días 20 y 21 de agosto de 1853, en las que actuaron, el espada madrileño Cayetano Sanz y el granadino Francisco Vilches, «Llilli».

La primera tarde se corrieron ocho toros de la vacada de Don José Arias Saavedra, conocido por «El Barbero de Utrera»~ toros que atendían por los nombres de: «Clarinero», «Sultán», «Sumidero», «Carasucia», «Fabaito», «Aceituno», «Guineo» y «Pitero». La segunda tarde los toros de la divisa de Don Jerónimo Martínez, antigua de Varela, atendían por los nombres de: «Almendrito», «Polvareda», «Relámpago», «Cocinero», «Piñón», «Baratero», «Zurito» y «Charretera».

Dos cogidas mortales registra la plaza de toros de San Roque. La primera, ocurrida el día 3 de agosto de 1885, en la que el banderillero Mariano Tornero Serisola encontraría la muerte al ser herido de suma gravedad por el toro “Capirote” de la vacada de Anastasio Martín. La segunda ocurriría el 18 de agosto de 1946, cuando el novillo, de nombre «Jaranero» de la divisa de Concha y Sierra, infirió mortal cornada al novillero mejicano Eduardo Liceaga.

El coso sanroqueño, desde el mes de diciembre del año 1993, ha pasado a ser de propiedad municipal.

 

 

 

Juan Silva Berdús

Musicólogo