Julio Parejo, de Badajoz, al primero justo de tipo y que cumplió en varas le aguantó en lances en los que se vencía por el derecho y con el mismo defecto acudía a la muleta. La faena resultó sin relumbrón a excepción de una tanda por la izquierda al final. Tras dos pinchazos, un aviso y un pinchazo hondo, dobló el astado. Con el cuarto, manso, que embestía con picante y mal estilo absurdamente intentó torear al natural cuando lo que procedía era lidiar al novillo doblándose con el. Acabó de una estocada. En sustitución de Moreno Muñoz se las tuvo que ver con el manso corrido en sexto lugar. Se salió suelto del caballo y llegó a la muleta cabeceando y buscando. El novillo no se dejaba hacer nada y el diestro en vez de intentar lidiarlo quería porfiar toreando al natural. Dentro de ese incertidumbre lo finiquitó de una estocada.

 

El madrileño Javier Cortés que apunta buenas maneras toreras se encontró con el segundo, novillo noble y pastueño que cumplió en varas. Hizo extraños en banderillas y tomó la muleta con la cabeza humillada y el morro por la arena. Una buena faena rubricada con estocada, dos descabellos, aviso, y descabello.  El quinto, novillo bravo, que realizó una buena pelea en varas, llegó a la muleta con embestida noble y humillada y repitiendo. Un gran novillo que supo aprovechar el diestro y al acabar de una estocada fue premiado con oreja. El novillo fue aplaudido en el arrastre aunque mereció el premio de la vuelta al ruedo, que no se concedió.

 

El colombiano Moreno Muñoz dejó detalles que gustaron. Se enfrentó al tercero, novillo noble con poco picante en la embestida que peleó bien en varas. Inició la faena de rodillas y la continuó en pie con buenos muletazos corriendo la mano con temple y mando. Al entrar a matar haciendo la suerte como mandan los cánones, no con el brazo suelto como lo hacen sus compañeros de escalafón, fue cogido y golpeado fuertemente. Repitió y a toro arrancado recetó una estocada que fue suficiente. Hubo petición de oreja y saludó desde el tercio pasando seguidamente a la enfermería de la que no salió.

 

Una vez más tenemos que denunciar el abuso de matar con el brazo suelto que está en contraposición a como mandan los cánones para realizar el volapié. También es evidente el poco concepto de la lidia que tienen la mayoría de los toreros actuales. Una cosa es hacer el toreo como es debido y otra dar pases caprichosamente cuando el toro requiere otro hacer.

 

 

 

 

 

 

 

Crónica de José Julio García

Decano de los críticos taurinos de España