La primera novillada de promoción se desarrolló en un ambiente excepcional con más de media entrada en sus tendidos. Alejandro Pavón vivió la cara y la cruz de la jornada: cortó una oreja a su primero y escuchó tres avisos en el segundo de su lote. Otros tres avisos escuchó Alejandro Jiménez, mientras que Sergio Páez fue silenciado en su lote.
 
Ficha:
 
Se lidiaron erales de Hrdos. de D. Salvador Guardiola, bien presentados y de juego desigual.
 
Sergio Páez, silencio tras aviso en ambos.
 
Alejandro Pavón, oreja y silencio tras tres avisos.
 
Alejandro Jiménez, silencio tras tres avisos y palmas tras aviso.
 
Más de media entrada en los tendidos en noche agradable.
 
Comentario:
 
La primera novillada del ciclo de promoción, que se celebra tradicionalmente en la Maestranza en el mes de julio, gozó de gran ambiente. Mucho público en los tendidos y tres jóvenes promesas dispuestas a darlo todo por lograr un puesto en la final de promoción que se celebrará en el mes de agosto.
 
Sergio Páez, de la Escuela Taurina de Ronda (Málaga), se encontró con un primer novillo colaborador con el que estuvo firme y en otros momentos algo más precavido. Destacó sobre todo por el pitón derecho. Por el izquierdo al eral le costaba pasar y era más protestón. Pinchó en dos ocasiones antes de dejar una media certera. Su labor fue silenciada.
 
El cuarto fue un eral bravo, que humillaba y repetía. Páez se mostró en todo momento muy dispuesto, aunque le faltó ligar los muletazos. Mató de media y varios descabellos. Silencio.
 
Alejandro Pavón, de la Escuela Taurina Sevilla-Amate, meció muy bien el capote para recibir al segundo con verónicas, las dos primeras a pies juntos y las siguientes abriendo el compás. Alejandro Jiménez hizo un quite por tapatías y Pavón le respondió por chicuelinas y tafalleras, ambos quites fueron lucidos. Pavón comenzó la faena de muleta toreando en redondo, series que remató con un cambio de mano muy lucido. Al natural, Pavón bajó el engaño y consiguió una serie de naturales bien ligados y de bello corte que fueron lo más destacado de su faena. Hizo un desplante en el que el sevillano tiró la muleta y la espada. El público pidió la oreja y el presidente la concedió.
 
Pavón
brindó su segundo eral al respetable y lo intentó todo con la muleta, pero el novillo no se fijaba en el engaño y salía suelto y dando tornillados de cada muletazo. Con la espada Alejandro Pavón se alargó demasiado y sonaron los tres avisos.
 
Alejandro Jiménez, de la Escuela de Tauromaquia de Sevilla, salió a por todas en el tercero y se fue a portagayola para luego rematar el recibo por verónicas muy bien ejecutadas. Jiménez brindó su faena al público antes de comenzar el trasteo de rodillas en el centro del ruedo. El sevillano se encontró con un animal con cierta complicación. Su faena fue perdiendo emoción conforme avanzaba la lidia. Destacó sobre todo al natural, por donde logró lo mejores muletazos. Recibió una voltereta sin mayores consecuencias cuando ejecutabas las manoletinas finales. Jiménez no estuvo acertado con la espada y sonaron los tres avisos. Silencio.
 
De nuevo se fue a portagayola Alejandro Jiménez en el sexto y le recetó un puñado de verónicas con mucho gusto. Ya con la muleta, demostró sus buenas maneras toreando muy bien en redondo en tantas ligadas y sacando naturales de largo trazo. Pinchó antes dejar la estocada.