El pasado jueves, día 15 de julio de 2021, falleció Manuel Jiménez Notario “Fortuna”, novillero almodoveño con picadores, nacido el 27 de enero de 1950, y gran persona.

Por sus buenas condiciones, “Fortuna” despertó muchas esperanzas en la legión de aficionados que en aquellos años existía; unos con muchas ganas de emular las hazañas del imparable hoy V Califa, Manuel Benítez “El Cordobés” y, otra inmensa mayoría de ellos y ellas (nunca mejor dicho) muy pendientes de todo lo que se cocía en el cotarro taurino, porque entonces, un alto porcentaje de damas, jóvenes y mayores, admiraban y sentían el toreo como se lo transmitieron sus mayores o al menos lo respetaban como legado de ellos. Aún no había llegado la horda farisea y aborregada que hoy cree que la culpa de todos sus problemas es la propia España, y por ello hay que destruirla.

Fortuna por bajo

El apodo “Fortuna” surge al interesarse por él, Manuel Benítez “El Cordobés”, que lo puso en manos del que fue su mozo de espadas, Pepe Acuña. De ahí que entre los comentarios corría – a Manolo Jiménez lo apodera “El Cordobés”; ¡eso ya es una fortuna!-

Benítez siempre mostró especial cariño por los torerillos, que como él, soñaban con la gloria, sobre todo por los de las zonas cercanas a su finca de “Villalobillos” como Almodóvar, Villarubia, Posadas… Ellos siempre se orientaban de los tentaderos o fiestas camperas a celebrar, y allí que se presentaban con la ilusión de dar unos muletazos, a sabiendas también de que, después, se abrigarían el estómago con un buen plato de arroz, dada la generosidad del anfitrión y el cariño que siempre les mostró. De Almodóvar, Juan Jiménez Fernández “Lagarto”, José Manuel Sagre Luna “El Sagre” y, sobre todo “Fortuna” y su cuñado “Garbancito”. A estos dos últimos, como sabemos, los llegó a apoderar.

Fortuna, señora y nietos.
Recuerdo mucho, cuando vuelvo a ver a algún chaval que prometía, diluirse, las palabras que de Manuel me dijo Antonio Roldán “El Pitu”, subalterno cordobés que ayudó a muchos de su tiempo que querían ser toreros – esto es muy difícil, Domingo, recuerdas lo bien que andaba Manolo “Fortuna” y al final ahí quedó –

Tenía “Fortuna” gran ambiente y muchos seguidores en su pueblo, en el que todavía existía ese ambiente taurino que hoy tanto se echa de menos. Benítez le regaló dos trajes prácticamente nuevos; uno tabaco y oro, y otro verde botella y oro, incluyendo el trabajo del sastre para su adaptación, por lo que, Manuel, hacía el paseo como un Dandy. Dichos trajes aún los conserva con cariño su familia.

Manolo Fortuna era hijo de Antonio Jiménez Miranda y Lola Notario Colmenero. Tenía Manuel un hermano varón, ya también fallecido, y cuatro hermanas.

Estuvo casado con María Isabel Mariscal Cuesta, de la que enviudó, hace escasos dos años. Matrimonio muy unido y querido por todos en su tierra natal. Fueron padres de, Antonio Manuel y Gema Jiménez Miranda. Él, torero como su padre, paseó por los ruedos el bonito apodo paterno, “Fortuna”, ajustándose en más de una treintena de novilladas picadas. Ella, cantaora de flamenco, conocida en el mundo artístico como Gema Mariscal.

 Fortuna Hijo e Hija.

El bar “Pichurri”, propiedad de su padre, Antonio Jiménez Miranda, lo regentaba un hermano de su madre (Lola Notario Colmenero). Era la típica taberna de cantaores y toreros. Todos los famosos que venían en aquel tiempo a Villalobillos pasaban por el bar de Pepe “Pichurri”. Allí nació la afición de Manolo Fortuna a los toros, al cante y a la sonanta. De ahí que, desde muy joven, se convirtió en el alma de las celebraciones familiares: bodas, bautizos y comuniones, algunas de las cuales compartí con él, pudiendo comprobar, también, sus cualidades para el cante y la guitarra.

Fortuna de tentadero.

Después de su aprendizaje en las capeas que se celebraban en su pueblo frecuentemente, con motivo de las fiestas patronales, al igual que en otros pueblos de la zona, así como en tentaderos, interviene en numerosos festejos de cara a su paso al siguiente escalafón con picadores, entre ellos, el 4 de mayo de 1969, en Benalmádena (Málaga), con 4 novillos de Enrigue Vargas, grandes. Le acompañó en el cartel Curro Rey, que le cortó los máximos trofeos a los dos de su lote. “Fortuna”, no tuvo su tarde; sólo consiguió la vuelta al ruedo de su segundo.

Siguió su curso y se presentó con picadores en su pueblo, Almodóvar del Río, el mismo día que su paisano Juan Jiménez “Lagarto”, el 4 de octubre de 1969. Se lidiaron 4 novillos-toros, muy respetables de don Ramón Sánchez. “Lagarto” le cortó las dos orejas a su primero y las dos y rabo a su segundo. “Fortuna” consiguió las dos orejas de su segundo.


Se ajustó también en Antequera y Posadas, plaza esta donde toreó el 9 de septiembre de 1970, un festival mixto con reses de Montes Acuyo, junto a los matadores de toros, “Palmeño”, “Zurito”, “El Pireo” y “El Hencho”. Al día siguiente, día 10, volvió a comparecer en la misma plaza, anunciándose con él, su paisano “Lagarto”, Pedro Dorado y Pepe Arjona.

Pedro Dorado fue sustituido por Juan Montero, que resultó el triunfador. El ganado también perteneció a Montes Acuyo.

Se presentó en «Los Califas» el 14 de Agosto de 1971, en una de las novilladas nocturnas que organizó la empresa Valencia. Los novillos fueron de don Francisco Díaz y Díaz. Se guardó un minuto de silencio por el matador de toros Juan Montero, que había fallecido en accidente de tráfico. Los datos de esta novillada los hemos recogido de la gran obra de Pepe Toscano: Los Califas. Tomo, I (1965-1980). Gracias a ella, podemos reconstruir la historia taurina cordobesa desde la inauguración de la plaza, el 9 de mayo de 1965, hasta 1996. En el cartel: Manuel Jiménez »Fortuna», Juan Escobar Calero, Juan Antonio García «El Califa» y José Luis López “El Mellizo”. Ninguno tocó pelo.

Después de esta novillada, apoderado por don Manuel Durán, marchó a Alicante y allí tomó parte en más de una treintena de festejos, hasta que su ilusión se fue diluyendo.

Desde aquí, con todo nuestro cariño, acompañamos a sus hijos, familiares y amigos, en su dolor por tan entrañable pérdida. Descansa en paz junto a tu querida esposa, amigo.

Autor: Domingo Echevarría

José Luis Cuevas

Montaje  y Editor

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