Tres orejas cortadas en el festival de Cierre de las Jornadas Culturales.

 Con una excelente presencia de público, se cumplió el Festival Americano en Defensa de la Fiesta Brava, en la Plaza de Toros Quito, en el mismo en el que se corrieron novillos toros de Mirafuente y Trinidad, de muy serias hechuras y variado juego, saldándose el festejo con sendas orejas para Leonardo Benítez, Paco Perlaza y José Luis Gordillo.

Abrió plaza el rejoneador Wilson Valladares, ante un ejemplar de Trinidad que se arrancó siempre con codicia a las cabalgaduras. Wilson estuvo acertado en la ejecución de las suertes, y colocó con corrección rejones de castigo, banderillas y la rosa. Al final mató con un metisaca.

 El mexicano Óscar San Román, luciendo el traje de charro, estuvo muy dispuesto ante un astado de Mirafuente que se apagó pronto, pero aún así, el diestro azteca conectó siempre con el tendido y dejó apuntes de buena torería en varios muletazos instrumentados de uno en uno. Al final dio una vuelta al ruedo.

El venezolano Leonardo Benítez dibujó buenas series ligadas por la derecha con el trinidad que hizo de tercero, toreando con la planta firme y las ideas claras en los medios. Consintiendo a la res y administrando con corrección alturas y distancias, el caraqueño cortó una merecida oreja tras la estocada entera.

 El colombiano Paco Perlaza cayó de pie en Iñaquito, demostrando mucho oficio, ante una res de Mirafuente a la que le plantó cara con buen estilo y conocimientos lidiadores. El diestro cafetero estuvo lucido con la flámula toreando con temple y mandando sobre la embestida, llevándose al final la segunda oreja de la tarde.

José Luis Gordillo pechó ante un ejemplar de la Trinidad que tuvo acometividad y fijeza, con el que el diestro nacional supo acoplarse y sacarle provecho, hilvanando meritorias tandas por ambos pitones, enganchando la embestida muy por delante y llevándose al burel toreado y cosido a los vuelos. Gordillo se entregó de principio a fin y cortó una meritoria oreja.

 Martín Campuzano se mostró voluntarioso ante un ejemplar de Trinidad suelto y que no tardó en refugiarse en tablas. Martín porfió una y otra vez para provocar la arrancada, pero poco fue lo que pudo sacar a limpio el diestro compatriota.

Finalmente, el novillero José Antonio Benítez tampoco sacó nada en claro ante un astado de Mirafuente que tomaba con dificultad los engaños. Quiso resolver con prontitud la papeleta el riobambeño pero al final no estuvo acertado con los aceros.

 

 Curro Rodríguez y Álvaro Samper, a paso firme.

 La novillada picada llevada a cabo el sábado en la noche en la Plaza Belmonte en el marco de las Jornadas Culturales Taurinas en Defensa de la Fiesta, dejó un buen sabor de boca entre los aficionados que colmaron el céntrico coso, y aunque no se cortaron orejas, Rodríguez y Samper firmaron una destacada actuación.

A su primero, de Puchalitola, al que banderilleó con buenas ejecutorias, Curro Rodríguez, lo toreó con la planta firme, y desde el principio le cuajó un meritorio trasteo colmado de temple y cadencia. Pero lamentablemente tras la estocada, el novillo se amorcilló, y Curro perdió la oreja.

A su segundo puchalitola, astado complicado y que embestía rebrincando, Rodríguez lo fue sometiendo de ha poco, y terminó por extraerle algunos muletazos de buena factura. El novillero compatriota se dejó ver como un eficiente lidiador, pero de nuevo el bicho tardó en doblar.

 Entre tanto, Álvaro Samper rubricó una faena con momentos importantes ante un buen ejemplar de Triana, con el que se fue acoplando de ha poco. Samper dibujó meritorios derechazos y naturales, y tras la estocada, no se le concedió la oreja mayoritariamente solicitada por el respetable, quedando todo en vuelta al ruedo.

Con su segundo, de Puchalitola, Álvaro se mostró muy dispuesto, pero las complicaciones de la res imposibilitaron el lucimiento del compatriota, quien dejó ver detalles de su buena técnica en varios pases sueltos, escuchando al final palmas.

 

 

 

 Crónicas de Frabricio Guerra

 

Fotografías de Carlos Iván Reyes Pazmito