Una novillada con picadores de Dolores Rufino es la que la muy taurina localidad de Almodóvar del Campo, en el corazón de la manchega Ciudad Real, acogía este sábado con un encierro de Dolores Rufino como materia prima. El oliventino Ginés Marín, el onubense David de Miranda y el daimieleño Carlos Aranda hacían el paseo mayor a las cinco y media en punto de la tarde.

Resultó prendido de fea manera Marín en el primero cuando toreaba de rodillas muy a gusto, pero volvió a la cara hecho una piltrafa. Antes había toreado con empaque y duende al natural, ligazón y muy cerca de los pitones. Se gustó como es su línea para dejar una estocada arriba y cortar dos orejas. 

David de Miranda se enfrentó a un segundo sin clase, con el que quedó inédito con el capote ante la también dificultad para picar al bicho. El comienzo en el centro del platillo con gusto y dominio fue clave, pero se apagó el animal pronto. Todo lo puso el torero hasta la estocada que tardó en hacer efecto, donde amorcillado, le costó morir. Aplausos. 

Carlos Aranda estropeó en el tercero a espadas una faena donde primó la ligazón y el buen gusto, desde el comienzo rodilla en tierra y su toreo en redondo. Derrochó gusto en los pasajes finales por ayudados y trincherillas, pero perdió a espadas el trofeo. Dos pinchazos media y descabello le sirvieron para escuchar petición injustificada, finiquitada en aplausos al novillo y vuelta al novillero.

Gines Marín, con el cuarto, de nuevo volvió a estropear con los aceros una bella obra de un comienzo por estatuarios de escalofrío y duende. El colofón final fue de infarto, para después de dos pinchazos entrar hasta la bola con muerte fulminante. Oreja.

David de Miranda cortó en el quinto dos orejas de ley en faena completa de principio a fin, desde las verónicas  y el quite por la espalda bien rematado, pasando por su comienzo con tres pases cambiados por la espalda de escalofrío, hasta su toreo bien en redondo para superarse al natural. El final por bernardinas más que ajustadas fue clave antes de pinchar. 

Carlos Aranda, bajo un tremendo aguacero se fue a portagayola torear aseadísimo a la verónica al cierraplaza. Su faena tuvo hasta el susto de la cogida en pase cambiado por la espalda, pero se repuso para hacer una faena por ambos pitones donde primó el temple y el gusto en ayudados y pases de la firma. Cobró una estocada rendida que necesitó varios golpes de verduguillo. Cortó la oreja. 

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Almodóvar del Campo, Ciudad Real. Feria de marzo. Novillada con picadores.

Novillos de Dolores Rufino.

Ginés Marín: dos orejas y oreja. 

David de Miranda: palmas y dos orejas.

Carlos Aranda: vuelta y oreja.