Arturo Saldívar estuvo suelto y lucido con el capote. A su primero le inició la faena con un pase cambiado por la espalda que encadenó con estatuarios. El trasteo no alcanzó más relumbrón por el defecto de los de muchos compañeros suyos de no cruzarse, no adelantar la muleta y rematar el pase fuera. A la hora de matar, tras una pasada sin clavar dejó media ladeada y acabó con siete descabellos.  Con el cuarto, que iba largo pero con poca fuerza y que  lo desarmó en más de una ocasión enganchándole la muleta, no aprovechó el diestro mexicano lo que le ofrecía el novillo, dejando solo algunos muletazos sueltos de buena factura.  Lo despachó de una estocada perdiendo la muleta en el embroque. La res fue ovacionada en el arrastre.

Luis Miguel Casares ante el segundo que salió suelto sin fijeza, realizó una faena que no llegó al público y lo despachó de una estocada. Al quinto le realizó un quite por gaoneras saliendo trompicado. Comenzó bien la faena doblándose con el novillo que embestía descompuesto. A continuación le enganchó más de una vez la muleta y sufrió una colada por el pitón derecho decidiendo entrar a matar, y lo hizo el novillero zaragozano con el brazo suelto dejando una estocada.

Christian Escribano sorteó un tercero que peleó bien en varas y en banderillas se empleaba corto por lo que no hubo reunión con los rehileteros. Pinturero y compuesto, inició la faena fuera de cacho y citando con el pico de la muleta. El buen novillo ayudaba con su embestida y ligó una tanda con la izquierda rematada con el de pecho. Tras un pinchazo sonó un aviso y entrando bien dejó una estocada que fue suficiente. El astado fue ovacionado en el arrastre. El mansote sexto, suelto de salida y en varas, iba sin fijeza. Tras un breve trasteo lo dejó para las mulillas de dos pinchazos y una estocada.

 

De las tres novilladas del la isidrada no ha destacado ninguno de los jóvenes diestros lo que resulta un balance desolador.