EL JOVEN EXTREMEÑO JOSÉ ANTONIO ORTIZ DE LLERA SE DESPLAZA DESDE BADAJOZ A CÓRDOBA DOS DÍAS A LA SEMANA PARA ASISTIR A LA ESCUELA TAURINA Y A LA VUELTA TRABAJA EN UNA PANADERÍA.

Texto: Ladislao Rodríguez Galán

Foto: Ladis

Quien nace para ser torero no piensa en otra cosa que en conseguirlo. No hay obstáculo que no supere para alcanzar su meta. El tesón y la afición pueden más que cualquier cuesta arriba por muy empinada que sea.

Un ejemplo es el sacrificio que semanalmente realiza el alumno de la Escuela Taurina de Córdoba José Antonio Ortiz de Llera que se   traslada de Badajoz a Córdoba los martes y jueves para asistir a las clases semanales. Más de doscientos kilómetros para aprender a torear.

– Muchas ganas de ser torero hay que tener para asumir este enorme esfuerzo de rodar más de doscientos kilómetros cada martes y jueves. Merece la pena el sacrificio?..

– Efectivamente. Yo quiero ser torero por encima de todo y no me importa venir desde Extremadura dos días a la semana para asistir a las clases. Vengo con muchas ganas y no me pesa.

Y porqué en la Escuela de Córdoba cuando en Badajoz también existe otra?.

– En Córdoba vivía mi hermana y como el prestigio de la Escuela de Córdoba es muy conocido me trasladé aquí para estar cerca de la escuela. Luego mi hermana se fue a Badajoz y yo que me siento contento en Córdoba, hago encantado este recorrido solo con la compañía de la radio.

Cuando vuelves de Córdoba a Badajoz vas directamente a trabajar en una panadería en turno de noche. ¿De verdad compensa este esfuerzo?

– Por supuesto que sí. He progresado mucho porque en la  Escuela me enseñan bien y además toreamos en el campo de vez en cuando. Desde que me apunté, hace ahora un año, he avanzado bastante en mi preparación, voy perfeccionando técnica y  corrigiendo defectos. Y cuando llego a Badajoz parezco otro, voy repleto de ilusión y no me pesa estar toda la noche trabajando.

– Cuantas veces has toreado en público?.

– Debuté con quince años en la localidad de Entre Ríos. En total he toreado unas diez veces y cada tarde me siento más a gusto. Disfruto toreando porque vivo para el toro. No me veo de otra manera.

– Donde estriba el poder de tu toreo?

– Con la muleta me siento muy fuerte.

– Hay antecedentes en tu familia?

– Ninguno. Yo me aficioné yendo con mi padre a los toros desde chiquito. Eran un grupo de amigos que siempre hablaban de toros y fui interesándome poco a poco por este mundo. Hoy me alegro de haber tomado esta decisión y ojalá la suerte me acompañe y consiga mi meta que no es otra que ser torero.

– Has sufrido algún percance?.

– Solamente un puntazo sin importancia en la ganadería portuguesa de Pinto Barreiro.

– Cual es tu torero espejo?.

– José María Manzanares. Me gusta su toreo serio y profundo. Ojalá me pueda dar algún día la alternativa en la Real Maestranza de Sevilla.

Como ves el momento actual de la Fiesta?.

– Delicado, no hay novilladas y si no fuera por las Escuelas no torearíamos nada. Son fundamentales para los chavales que quieren ser toreros. Espero que este mal momento pase y todo vuelva a la normalidad. En nuestras manos está el futuro de la tauromaquia a ver si rompemos para adelante un buen puñado de jóvenes y podemos volver a ilusionar a todos.