7 de abril de 1969

Una de nuestras figuras, Joselito Huerta, inutilizado por una cornada. Otro gran torero, Manolo Martínez, nulificado por la administración. Palomo Linares, personaje inflado por la publicidad española, se desinfló aquí. Miguel Márquez, un torero valiente, pero sin sello personal, el que mas toreó el año pasado en la península ibérica, no gustó. Antonio Ordoñez vino por un millón y medio de pesetas que le obsequiaron los empresarios y, ante la actitud justísima del público, dio media vuelta y regresó a España.

14 de abril de 1969

De la corrida del domingo, querido director, solamente puedo decirle que los toros de La Punta fueron verdaderos toros, de soberbia lámina, de imponente belleza, fuertes y bravos casi todos, y casi todos de estilo fácil.

19 de mayo de 1969

En las corraletas de la Venta de Antequera se establecía una verdadera rivalidad, pues cada ganadero deseaba que, de la comparación con los toros de otros corrales, los suyos no parecieran inferiores en belleza y trapío.…

Pero… fuimos una mañana a la antes animadísima Venta y la encontramos cerrada. Ya no se exponían las corridas, como en otros tiempos. Mal síntoma.…

“No hace mucho, por el contrario (al público) se le invitaba. Había dos o tres corridas en los corrales pero se nos reiteró que no se permitía pasar. ¿Cómo iba a permitirse la entrada? ¿Para ver una colección de chotos enviados por el ganadero Benítez Cubero? ¿Y como se habrían visto estos novillos junto a otras corridas de toros? Claro, a las autoridades era imposible negarles la entrada. Los veterinarios tuvieron que ver la corrida de Benítez Cubero y la rechazaron. El informe del gobernador civil hablaba de la “descarada falta de trapío”, de esta corrida, de lo exiguo de sus pitones y de cómo era necesario cuidar del esplendor de la fiesta en la feria abrileña, se rechazaban aquellos toritos.

“…pasaron otros seis bichos de la señora Pallarés de Benítez Cubero, que corrieron con la misma suerte que los de su señor marido, desde luego, por las mismas causas. El empresario ofreció una corrida de Guardiola, otra de Vicente Camacho y otra más de Celestino Cuadri, pero los señores Lozano, administradores de Palomo Linares, no las aceptaron. Ellos llevaron para su Palomito, los chotos del matrimonio Benítez Cubero-Payarés.…

“El Cordobés, espejo en el que se mira complacido el jovencito Palomo, no tomó parte en la feria de Sevilla. Ya no está para enfrentarse a toros de respeto. Él y Palomito llevarán su espectáculo por los pueblos de España. Sevilla, a pesar de los “administradores”, todavía es una plaza que se defiende.

Citas tomadas del libro Cartas Taurinas del Lic. Juan Pellicer Cámara, epístolas estas que dirigía semana a semana a su director el gran escritor mexicano Martín Luis Guzmán, director de la revista Tiempo de México.

El Lic. Juan Pellicer Cámara fue durante muchos años JUEZ DE PLAZA de la Plaza México