Se inauguró la feria de otoño de Madrid con buena entrada y expectación por el cartel de novilleros que gozaban de prestigio por sus anteriores actuaciones pero nuestro gozo en un pozo. Se lidiaron cuatro novillos de la ganadería de El Cortijillo y dos de Alcurrucén. Ambas divisas propiedad de los hermanos Lozano y con el mismo encaste Carlos Nuñez. Los novillos dieron juego desigual y acudieron a la embestida sin clase. La actual novillería con bastantes defectos a la hora de citar con la muleta fuera de cacho y con el pico  sin cruzarse también han tenido en estos acusados defectos las actuaciones del madrileño Gómez del Pilar, el toledano Luis Gerpe y el madrileño Gonzalo Caballero. Las faenas sin tener el acompañamiento fácil de los novillos resultaron vulgares y lo malo no es el toreo que se está practicando actualmente, los novilleros de hoy futuros matadores de toros del mañana aunque ponen voluntad se afanan en torear en plan ventajista como esos matadores de toros ventajistas que campan por esas ferias convertidos en pegapases. Lo que es más escandaloso esel abuso de la suerte de matar que no se corrige. No se puede tolerar más  que  los futuros matadores de toros realicen la suerte de manera grosera. Se perfilan al hilo del pitón o fuera saliéndose de la recta sin jugar la muleta y clavando las estocadas caídas o bajas. Hay que exigir firmemente todos estos graves defectos que actualmente son un abuso descarado de lo que es la fiesta de los toros.

 

 

 

 

 

José Julio García

Decano de la Crítica Taurina

Periodista – Escritor

Escalera del Éxito 103